La actividad física moderada presenta innumerables beneficios para la salud física y mental, pero a medida que se aumenta la cantidae tiempe dedicación y las cargas de trabajurante los entrenamientos, puede provocar alguna sintomatología o problemas de salud, entre ellos, diferentes estados de fatiga que pueden desembocar en el Síndrome de Sobreentrenamiento (SSE). Los objetivos del presente artículo son establecer una distinción conceptual entre el SSE y otros conceptos relacionados, analizar cómo se evalúa para su detección y revisar estudios representativos sobre la temática publicados entre los años 2010 y 2017. Se concluye que la sintomatología relacionada con el SSE es muy variada (cambios orgánicos, psicológicos, conductuales, etc.), puede presentar diferencias en función de la modalidaeportiva (mayor en deportes individuales), nivee competición (mayor en alto rendimiento) e incluse una persona a otra. Se suele detectar cuando hay síntomas evidentes del mismo y está avanzado, como eescensel rendimienteportivo, aunque su inicio es anterior. Por ello, se requiere un estudio individualizadel SSE, en el que se recomienda una detección temprana y un seguimiento periódicel mismo, siendo el POMS une los instrumentos más utilizados y eficaces debido a la variación del estade ánimo relacionado con el síndrome. Además, a nivel práctico, es importante revisar y ajustar los tiempos de dedicación, cargas de entrenamiento y recuperación entre sesiones deeportista, así como eescanso, el sueño y la alimentación. El psicólogeeporte puede asesorar y orientar a los técnicos deportivos sobre el SSE, evaluar e intervenir psicológicamente para su prevención y tratamiento.
Moderate physical activity has innumerable benefits for physical and mental health, but as the amount of time of dedication and workloads during training increases, it may cause some symptoms or health problems, including different states offatigue that may lead to an overtraining syndrome (OS). This study was intended to establish a conceptuaistinction between OS anther related concepts, to how it is detected, and to review representative studies on the subject publisheetween 2010 and 2017. It is concluded that symptoms related tS are very diverse (organic, psychological, behavioral changes, etc.), and may differ depending on the sport (more marked symptoms in individual sports), competition level (higher in high performance) and from one person to another. OS is usually detected when it is in an advanced stage and there are obvious symptoms, such as a decline in athletic performance, but its onset is earlier. An individualized study of OS is therefore d in which early detection and regular follow-up are recommended. POMS is one of the most commonly used and effective instruments because mood changes related to the syndrome. In addition, on a practicaevel, it is important to review and adjust the dedication times, training loads, and recovery time between sessions of the athlete, as well as rest, sleep, aniet. The sports psychologist may counsel and guide sports technicians on OS, evaluate, and apply psychological interventions for its prevention and treatment.
El ejercicio físico puede provocar efectos tanto positivos como negativos en la persona en función de la “dosis” empleada en cuanto a intensidael ejercicio, tiempe dedicación, carga de trabajo y recuperación entre entrenamientos, entre otras cuestiones, así como aspectos externos de la actividad que influye en la persona como son los hábitos de descanso, sueño, ocio y alimentación (García-Naveira y Locatelli, 2015; Nogueira, Salguero y Márquez, 2017). Estos autores indican que la práctica moderada de ejercicio físico se ha asociado a múltiples beneficios para la salud física y psicológica, como eienestar, la calidae vida, el estade ánimo, reducienda depresión, disminuyenda ansiedad, favoreciendo el afrontamientel estrés e incrementanda autoestima, mejorandas relaciones sociales, etc., y también, previniendo algunos problemas físicos y de salud coma obesidad y los trastornos cardiovasculares.
Sin embargo, en deportistas de alto rendimiento, el incremento continuade las cargas de trabajo y los tiempos de entrenamiento, así coma reducción de los tiempos de recuperación entre sesiones, puede estar asociado a algunos problemas de salud física y psicológica (Slivka, Hailes, Cuddy y Ruby, 2010). Une esos efectos colaterales dee-porte sería el Síndrome de Sobreentrenamiento (SSE) y las distintas formas de fatiga extrema asociada a la actividad física intensa (Mora, 2006). Si no se realiza una intervención temprana, la sintomatología continúa aumentando su intensidad y diversificándose, pudiendo perjudicar el rendimienteportivo y la salue la persona, e incluslegar al abandone la actividaeportiva.
Dada la importancia del SSE en eeporte, los objetivos del presente trabajo son abordar la definición y delimitación conceptuael SSE frente a otros conceptos de fatiga extrema asociada a la actividad física intensa, los instrumentos de evaluación empleados para su detección y realizar una revisión de trabajos de investigación más representativos de los últimos 7 años sobre la temática (2010-2017).
Definición y Delimitación Conceptual
Existen varios conceptos que hacen referencia a los estados de fatiga extrema que pueden sufrir los deportistas como son la fatiga, sobrecarga funcional y no funcional, burnout y sobreentrenamiento (Sánchez-Beleña, 2011). A continuación se describe cada une ellos.
La fatiga hace referencia a la disminución de la capacidad funcionaerganismo por un excese exigencia física y mentaentrel entrenamiento (Zintl, 1991). Sería la sensación de falta de energía, agotamient cansancio, que puede aparecer como consecuencia de cualquier sesión de entrenamiento y que se recupera fácilmente en unos días cuando cesa la actividad.
La sobrecarga funcional aparece cuando se incrementa la intensidael entrenamienturante un periodo corte tiemp se repite de forma prolongada un movimiento que hace que un músculo tenga que intervenir de forma específica, lo cual no impedirá seguir rindiend haciendo el gesteportivo en cuestión, pero que poco a poco se irá alterando (Schmikli, Brink, De Vries, Backx, 2011). Se puede recuperar con relativa facilidad en un periode descanso, que puede variar desde algunos días hasta semanas. Por otrado, la sobrecarga no funcional se refiere al estade sobrecarga extrema provocado por eesequilibrio sostenido entre erganismo y la carga del entrenamient repetición del movimiento, tenienda necesidae cesar la activida pudiendlegar inclusive a la lesión deportiva. Aquí el periode recuperación necesario es más amplio, pudiendo alcanzar desde semanas a meses.
Otro problema que pueden presentar los deportistas es el burnout (estar quemado), que representa un estade agotamiento físico, emocional y mental (Carlín y Garcés de los Fayos, 2010). Freudenberger (1974) fue el primer autor en utilizar este término y lefine como un cuadro amotivacional profundo que conduce a una pérdida de interés y de la asunción de responsabilidades. Mora (2006) expuso que existen algunas características de personalidad que funcionarían como factores de predisposición ante el burnout como son la sensibilidad a los sentimientos, necesidades de los demás, dedicación al trabajo, idealismo, elevada ansiedad y autoexigencia. La recuperación en los casos de burnout dura varios meses o incluso años (Lemyre, Roberts y Stray-Gundersen, 2007).
El sobreentrenamiento a corto plazo, también llamado saturación, se caracteriza por síntomas como fatiga física y mental, mal humor, apatía y trastornos del sueño entre otros. (González -Boto, Molinero y Márquez, 2006). En este momento, este estado aún es fácilmente reversible, interrumpiendas sesiones de entrenamienteportivo. Cuando existe un déficit de recuperación, el estade saturación que definíamos anteriormente se cronifica y hablamos de sobreentrenamiento a largo plazo (Meeusen et al., 2006). Kellman lefine en el año 2002 como un síndrome que aparece cuando un entrenamiento intens demasiado prolongado ex-cede la capacidae recuperación derganismo. En este caso, interrumpir la actividad no es suficiente, es necesario intervenir sobre la sintomatología específica que manifiesta cada deportista. La recuperación total puede tardar meses
o incluso años. Pueden aparecer alteraciones fisiológicas y psicológicas y síntomas desadaptativos (Meeusen et al., 2006). Se da una combinación compleja de síntomas físicos y psicológicos, que se presentarán con detalle en el siguiente apartado, y que adquiere la denominación de síndrome (Lemyre et al., 2007). Destacar que la diferencia fundamental con el burnout es que en el sobreentrenamienta motivación se mantiene, mientras que en el burnout se da un cuadro amotivacional generalizado (Mora, 2006).
Síntomas de Sobreentrenamiento: Descripción del Síndrome
En un principio se atribuía el sobreentrenamiento a facto-res relacionados exclusivamente con la práctica deportiva. Hoy se aceptan comesencadenantes también las vivencias de estrés y el efecte varios estresores, no sólos relacionados con el entrenamiento, sino también los efectos deescanso, la alimentación y la sobrecarga psicológica (Pancorbo, 2003; Prendas, Castro y Araya- Vargas, 2007).
Algunos autores (Meeusen et al. 2006; González-Boto et al., 2006) han explicado en parte el sobreentrenamiento haciendo referencia al Síndrome Generae Adaptación descrito por Selye (1936). Al someter arganismo a una situación de estrés se alterarían las secreciones de adrenalina, noradrenalina y cortisol para poder modificar el aporte de glucosa y el gasto metabólico y así hacer frente al estresor. Si esta exposición al estímulo estresante se mantuviera en el tiempo sería necesario modificar los niveles de algunos neurotransmisores, lo que provocaría, con el tiempo, una afectación de la función hipotalámica y de otras respuestas neurales (Meeusen, 1999). En el momento en que se sobrepasa la capacidae adaptación derganismo, el sujeto ya no es capaz de enfrentarse a nuevos esfuerzos. Entonces es cuando aparece la fatiga y eajo rendimienteportivo (Suay, Sanchís y Salvador, 1997). Tal y comescribieron Meeusen et al. (2006), los deportistas serían capaces de comenzar sus sesiones de entrenamiento, pero serían incapaces de mantener e incrementar el ritm el esfuerzo físico.
Anshel (2003) destacó los estresores más relevantes y específicos para el ámbiteportivo a corto plazo, como es eolor asociado a una lesión, el temor ante los posibles errores técnicos, no estar en la forma física adecuada, nbtener resultados favorables, recibir comentarios negativos del públic de los compañeros, etc.. A largo plazo, otros factores estresantes serían la monotonía del entrenamiento, las demandas de la competición, la falta de apoyo social, la represión de las tensiones y los conflictos y el excese responsabilidad (Márquez, 2006).
Los síntomas del sobreentrenmiento son muy variados y abarcan desde la apatía, las dificultades para conciliar el sueño hasta la mayor vulnerabilidad para sufrir lesiones, incluyendo importantes modificaciones del sistema metabólico que tardarían varias semanas o algunos meses en restablecerse (Mora, 2006; Sánchez-Beleña, 2011). En la Tabla 1, se presenta con mayor detenimientos diferentes síntomas asociados al sobreentrenamiento.
Algunas investigaciones señalan que la sintomatología del sobreentrenamiento es levemente diferente para cada modalidaeportiva (p. ej., mayor en deportes individuales frente a los de equipo), pero en realidaos síntomas varían de una persona a otra (Stevenson, 2008). El único factor presente en todas las modalidades deportivas es la disminución del rendimiento (Saremi, 2009). Prueba de ello es que la Asociación Olímpica Británica se planteó en 1999 comenzar a denominar este estade sobreentrenamiento como “Síndrome de bajo rendimiento inexplicable” (Budgett et al, 2000).
El sobreentrenamiento en el ámbiteportivo está relacionado con muchas lesiones músculo esqueléticas. La elevada frecuencia e intensidae los entrenamientos aumenta la sobrecarga muscular y la probabilidae lesiones por sobreus incluso fracturas por estrés (Yoke, 2006). Las variaciones del estade ánimo implican cambios a niveiológico, incluyendo inmunosupresión y la reducción de glucógenisponible en el sistema muscular, de ahí la mayor vulnerabilidad ante las lesiones y eescenso en el rendimiento.
Dentrel ámbiteportivo, se focaliza en exceso en eescenso continuadel rendimiento (Andrade, Arce y Seoane, 2000). Sin embargo, no es el primer síntoma que aparece (Nicholls, McKenna, Polman y Backhouse, 2011). Cuando se manifiesta eescenso en el rendimiento, eeportista ya lleva tiempo expuesto a un excese demandas que su organismo no ha sido capaz de manejar. También hay algunos síntomas generales que son los primeros en aparecer, como por ejemplas dificultades para dormir, el comportamiento irritable, disminución de la atención y la concentración durante el entrenamiento, menor control en las ejecuciones, entre otros. La dificultad estriba en que al ser síntomas tan variados y tan difusos, no se identifican comos orígenes del sobreentrenamiento (Mora, 2006; Sánchez-Beleña, 2011).
Instrumentos de Medida
Dentre este apartado se revisan las diferentes formas de evaluar el sobreentrenamiento. Durante muchos años se ha diagnosticado a partir de indicadores exclusivamente biológicos comos niveles de cortisol en saliva o en sangre, los niveles de testosterona, citoquinasas (CK) y lactato (Steinacker et al, 2000; Steinacker, Lormes, Reissnecker y Liu, 2004; Meeusen et al., 2004). Como señalan estos autores, nbstante, monitorizar estas medidas requiere el use pruebas invasivas y análisis en laboratorio que implican un elevado coste económico, además los resultados obtenidos no han sido siempre consistentes.
Por ejemplo, recientemente, Cadegiani y Kater (2017) revisaron 38 estudios que utilizaban la mediciones de las variaciones hormonales como consecuencia del sobreentrenamiento y encontraron que la medida basae la adenocorticotropa (ACTH), la hormona del crecimiento (GH) y prolactina, no parecen jugar una herramienta precisa para eiagnóstico, pero sí hay alteraciones durante los periodos de mayor exigencia del entrenamiento. Aun así, se necesitan más estudios para mejorar la exactitud y los puntos de corte de los marcadores hormonales.
Como métodos menos invasivos para evaluar el sobreentrenamiento surgieron algunos autoinformes y posteriormente instrumentos estandarizados. Las primeras pruebas fueron las escalas subjetivas de fatiga y de esfuerzo físico percibido. Se diseñaron instrumentos coma escala Rate of Perceived Exertion (RPE; Borg, 1970) en la que se plantean preguntas del tipo “¿Cómo has percibido el esfuerzo que acabas de hacer? Eeportista debe valorar el esfuerzo percibido en una escala tipo Likert de 6 a 20, donde 6 es “Esfuerzo Mínimo” y 20 es el “Esfuerzo Máximo”. En este sentido, el mayor esfuerzo y fatiga percibida podrían ser unos indicadores de intensidad y carga de trabajo en eeporte, pudiendo además representar una sintomatología de sobreentrenamiento (Clemente, Muñoz, Ramos, Navarro y González-Ravé, 2009; Suay y Fernández de Castro, 2001).
Lemyre et al, (2007) crearon una prueba a partir de los síntomas de sobreentrenamiento más frecuentes. Dicha prueba denominada Short Overtraining Symptoms Questionnaire (SOSQ) consta de 5 preguntas en las que se debía valorar de 1 (mínimo) a 10 (máximo) en una escala tipo Likert cómo se había sentida persona últimamente en cuanto a la calidael sueño, el apetito, la energía, las ganas de entrenar y la calidael entrenamiento.
El grupe trabajo Surentraînement de la Sociedad Francesa de Medicina deeporte (SFMD) ha desarrollado un instrumentenominado Cuestionarie Síntomas de Sobreentrenamiento (CSSE; Legros, 1993). La prueba recoge los síntomas más representativos del sobreentrenamiento. A partir de los síntomas clásicos que aparecen en la literatura (dificultades para mantener la atención, dificultades para conciliar el sueño, problemas de memoria, dolores de cabeza escense la autoconfianza), los autores desarrollaron un cuestionarie 58 ítems, con una respuesta dicotómica donde debe señalarse “sí o no” según se haya padecid nurante el último mes la sintomatología que muestra el ítem. A partir de 20 ítems señalados se considera que existe sobreentrenamiento (Maso, Lac y Brunn, 2005). El CSSE se considera un buen indicador de las señales tempranas del sobreentrenamiento (Suay, Ricarte y Salvador, 1998). En España contamos con la versión adaptada al español (Del Villar, Pegueros y Franco, 2008).
El Recovery Stress Questionnaire for Athletes (RESTQ-Sport) es un cuestionariesarrollado por Kellman y Kallus en 2001 y destinado a medir los cambios psicológicos como consecuencia del sobreentrenamiento. Consta de 76 ítems (28 específicos y 48 no específicos) distribuidos en 19 escalas, 12 de ellas generales (estrés general, estrés emocional, estrés social, conflictos/ presión, fatiga, falta de energía, alteraciones físicas, éxito, recuperación social, recuperación física, bienestar general y calidael sueño) y 7 escalas específicas para deportistas (descanso alterado, fatiga emocional/ burnout, forma física/ lesiones, bienestar/ estar en forma, burnout/ realización personal, autoeficacia, autorregulación). Los sujetos deben indicar de forma retrospectiva en una escala Likert graduada de 1 (nuca) a 6 (siempre) puntos la frecuencia con que han participado en diferentes actividades durante los últimos 3 días/noches. La versión española denominada Cuestionarie Recuperación-Estrés par Deporistas ha sidesarrollada por González-Boto, Salguero, Tuero, Kellmann y Márquez (2008). Las escalas de esta prueba son sensibles a los entrenamientos que pueden estar asociados aesarrolle sobreentrenamiento (Molinero, Salguero y Márquez, 2011).
El Profile Of Mood States (POMS; McNair, Lorr y Doppleman, 1971) diseñado inicialmente para el ámbito clínico, es considerado un instrumento importante en la Psicología deeporte debido a la relación existente entre los estados de ánimo y el rendimienteportivo (De la Vega, Galán, Ruiz-Barquín y Tejero, 2013; De la Vega, Ruiz-Barquín, Tejero y Rivera, 2014; LeUnes y Burger, 2000).
La versión originael POMS consta de 65 adjetivos (Mc-Nair et al., 1971) en los que se debe valorar en una escala tipo Likert el grade identificación con cada une ellos, desde 0 (Nada) a 4 (Mucho). Los ítems se agrupan en las escalas de Tensión (refleja un aumente la tensión músculo-esquelética), Depresión (refleja un bajo estade ánim un estade ánimeprimido, aunque no se basa en los criterios clínicos para eiagnóstice la depresión, tal y como indican Martin, Andersen y Gates, 2000), Cólera (muestra un estade ánime enfado y antipatía ante los demás), Vigor (representa un estade elevada energía), Fatiga (representa un estade baja energía), Confusión (se caracteriza por la confusión mental y eesorden) y Amistad (refleja el nivee rechazo hacia los demás).
El POMS cuenta con numerosas versiones reducidas y adaptaciones al español (Andrade, Arce y Seoane, 2002; Andrade, España y Rodríguez, 2016), como por ejemplo, la versión de 29 items para deportistas adolescentes (Andrade, Arce, Garrido, Torrado y De Francisco, 2011) a versión de 30 items para deportistas adultos y población general (Andrade, Arce, De Francisco, Torrado y Garrido, 2013). También existe una versión tridimensionae este cuestionario para adultos denominada POMS-VIC (De la Vega, Ruiz-Barquín, Borges y Tejero-González, 2014). Estos autores plantean que añadiendas dimensiones de valencia y control junto con la intensidad que ya se medía en las versiones anteriores de la prueba, se puede tener una visión más completa de la experiencia anímica deeportista.
Además, de la relación con el rendimienteportivo, el POMS se ha empleado para analizar el efecte la participación en programas de ejercicio, así como en el seguimiento psicológicel sobreentrenamiento y la fatiga, debido a que los estados de ánimo fluctúan con relación a la intensidael entrenamiento (Andrade et al., 2000; Bonete, Moya y Suay, 2009; Piacentini y Meeusen, 2014). Estos autores indican un aumento considerable de las puntuaciones en las escalas Fatiga y Depresión, así como una disminución notable en la escala Vigor al finae los períodos de entrenamiento más intenso, sintomatología asociada al sobreentrenamiento.
Revisión de Investigaciones
Se han revisado trabajos representativos de los últimos 7 años, relacionadas con los términos “sobrecarga” y “sobreentrenamiento” en el ámbiteportivo. Para ello, se han realizadúsquedas en las siguientes bases de datos: PsycInfo, PsicoDoc, Wef Science y Scopus, desde el años 2010 hasta el mes de octubre de 2017. Como resultade esta búsqueda se obtuvieron 196 referencias. En primer lugar, se realizó un cribado para garantizar que todos los textos se referían al ámbiteeporte y se eliminaron los textos relacionados con experimentación animal Una vez aplicado este filtro y eliminadas las entradas repetidas, el número totae referencias relacionadas con estos conceptos fueron 110. De estas 110 referencias, una de ellas era un libro, 10 eran capítulos de libro, otrocumento eran las actas de un congreso y las 98 entradas restantes eran artículos publicados en revistas científicas. Tan solos de estos artículos fueron escritos por un único autor, en el resta autoría corresponde a varios autores. Los artículos fueron publicados en un totae 72 revistas científicas de diferentes países como Estados Unidos, Alemania, Francia, España, Croacia, Serbia, Noruega, China, Suiza, Brasil e Italia.
En la línea del trabaje García-Parra, González y Garcés de los Fayos (2016), en la Figura 1 puede apreciarse la distribución de publicaciones por año, siendo 2012 y 2013 los años en los que más publicaciones se recogen. Destacan en etro extremo 2011 y 2016 comos años en los que me-nos textos aparecen sobre esta temática.
Las temáticas abordadas por estos artículos también son muy variadas. El 10,9% de los textos analizados son textos de revisión, el 14.54% se refieren a validación de instrumentos para la medida del sobreentrenamiento y el 40.9% de los trabajos abordan este tema desde un planteamiento general y tan solo el 3.6% se refieren a estudios de caso. El reste trabajos abordan temáticas muy diversas relacionadas con lesiones como consecuencia del sobreentrenamiento, la afectación del sistema inmunológico, del sistema endocrino, prevención relacionada con pautas nutricionales… entre otras. Las modalidades deportivas estudiadas también son muy dispares: voleibol, fútbol, hockey, natación, rugby, lucha y tenis.
A continuación, en la Tabla 2 se presenta un resumen de los trabajos más representativos, seleccionados textos que abordan la problemática del sobreentrenamiento y la sobrecarga desde la perspectiva psicológica, en el que emplean fundamentalmente autoinformes para su evaluación.
Discusión
El sobreentrenamiento está compuesto por varios síntomas, el cual puede considerarse como un síndrome (González-Boto, Andrade y Márquez, 2006); Lemyre et al., 2007; Mora, 2006; Pancorbo, 2003; Subiela y Subiela, 2011). Destacar cambios a nivel general, orgánicos, cognitivos, emocionales, conductuales y sociales que afectan a la salud y el rendimienteeportista. A pesar de ello, en ocasiones eescensel rendimiento es el indicador de sobreentrenamiento más visible y llamativo para ebservador externo, aunque es posible que eeportista lleve tiempo manifestando alteraciones y que no son detectadas a simple vista, ya que al comienza sintomatología que se presenta suele ser difusa (Dupuy et al., 2010; Nicholls et al., 2011; Sánchez-Beleña, 2011).
Destacar que casi 1/3 de los deportistas de alto rendimiento han padecido alguna vez sintomatología asociada al sobreentrenamiento (Subiela y Subiela, 2011). La aparición del sobreentrenamiento suele surgir cuando hay un aumento importante de la carga de trabajo, intensidae los ejercicios y horas de entrenamiento a la semana, así como un insuficiente tiempe recuperación entre las sesiones de entrenamiento (Dupuy et al., 2010; Mercado y Gallo, 2014; Nicholls et al., 2011), siendo perjudicial el aumente trabajo cuando hay algún tipe síntoma al respecto (Aubry et al., 2014). Además, la falta o malos hábitos de descanso y sueño, alimentación y ocio, facilitan el sobreentrenamiento y el retrase la recuperación (Molinero et al., 2011). Y por último, es necesario atender a los estresores psicosociales o externos al entrenamiento, que en algunos de los estudios analizados, también estaban relacionados con la aparición del sobreentrenamiento (Subiela y Subiela, 2011; Mercado y Gallo, 2014; Piacentini y Meusen, 2014).
Por su parte, el psicólogeeporte (Cantón, 2016) puede asesorar y orientar a los técnicos deportivos (p. ej., entrenadores y preparadores físicos) en materia de sobreentrenamiento y sus efectos negativos desde una perspectiva psicológica, así como colaborar en eesarrolle un plan de acción interdisciplinar orientado a la mejora globael rendimiento y la salueeportista (p. ej., orgánica, física y psicológica). Los técnicos deportivos pueden modular o adaptar sus entrenamientos en función de la intensidae los ejercicios, el tiempe entrenamiento, la carga de trabajo y los tiempos de recuperación entre sesiones. Además, cuando se requiera, pueden organizar ejercicios variados y entretenidos que beneficien eisfrute y la distensión deeportista. Por último, supervisar y aconsejar aeportista sobre los hábitos saludables de descanso y sueño, alimentación y ocio.
A nivee intervención indirecta, el psicólogeeporte puede trabajar con los técnicos deportivos para que éstos potencien sus entrenamientos a nivel psicológico. Por ejemplo, ayudarle a establecer objetivos psicológicos para cada entrenamiento (motivación, disfrute, autoconfianza, reducir carga mental, etc.) y mejorar eiderazgo y gestión deeportista (aplicación del refuerzo positiv castigo negativo, comunicación positiva, etc.).
En cuanto a la intervención directa, el psicólogee-porte tiene que realizar un procese evaluación (como se verá más adelante) e intervención psicológica (p. ej., técnicas de control estimular, estrategias de autorregulación emocional y afrontamiento), tanto con eeportista como con su entorno y estile vida. Y por último, otra cuestión importante a trabajar con los deportistas, conjuntamente con los servicios médicos (p. ej., médicos, fisioterapeutas y nutricionistas), son los hábitos de descanso y sueño, alimentación, ocio y recuperación de lesiones.
Por todo ello, es importante la detección temprana y seguimiente los posibles indicadores de sobreentrenamiento en el ámbiteportivo, el cual habitualmente ha sido evaluado a través de medidas biológicas (Meeusen et al., 2006), autoinformes (Molinero et al., 2011), ien combinando ambas medidas (Clemente et al., 2009).
Desde una perspectiva psicológica, las variaciones del estade ánimo aparecen en los primeros momentos deesarrollel sobreentrenamiento y el POMS es une los instrumentos más empleado y eficaces para detectarlo, observándose un descensel vigor y un aumente la cólera, fatiga y depresión cuando se padece (Ackel-D’Elia et al., 2010; Andrade, Arce y Seoane, 2000; Molinero et al., 2011; Piacenti y Meeusen, 2014; Schmikli et al., 2011; Slivka et al., 2010). Otros autores añaden la necesidae evaluar también los niveles de ansiedad y estrés de los deportistas, variables relacionadas con cambios emocionales (Brink et al., 2012; Tobar, 2012), así cometectar posibles situaciones estresantes de la vida deportiva o extradeportiva del mismo (Anshel, 2003; Pancorbo, 2003; Prendas et al., 2007).
Destacar que las versiones reducidas del POMS (Andrade et al., 2013; Andrade et al., 2011) lo convierte en un instrumente fácil y rápida aplicación, incluso para tomar medidas repetidas en diferentes momentos del entrenamiento, la competición o temporada, y así monitorizar las variaciones del estade ánimo que podrían ser las primeras señales del sobreentrenamiento.
Por su parte, el esfuerzo percibido (Le Meur et al., 2013; Le Meur et al., 2017; Siegl et al., 2017) y el nivee fatiga (Noce et al., 2014; Ten Haaf et al., 2017) se asocian positivamente con el sobreentrenamiento, mientras que la motivación al éxito (Noce et al., 2014) y la predisposición a entrenar (Ten Haaf et al., 2017) disminuyen cuando se padece.
Dentre las medidas fisiológicas analizadas, cabe destacar la frecuencia cardíaca, que también resulta importante en los primeros momentos de los estados de fatiga. Sobre todo se observa como problemático su incremento en estade reposo y ante el ejercicio físico moderado (Le Meur et al., 2013; LeMeur et al., 2017). Los técnicos deportivos, de forma sencilla, podrían registrar la frecuencia cardíaca de los deportistas antes de los entrenamientos, al inicie la semana o en determinados momentos que se detecten como críticos (p. ej., inici finae la temporada).
Como se puede intuir, una vez más el psicólogeeporte (Cantón, 2016) tiene un rol fundamental en la evaluación del sobreentrenamiento, por ejemplo, a través de la medición de los estados de ánimo, esfuerzo percibido y fatiga. Esto permite conocer las variaciones y cómo está respondiendo cada deportista (monitoreo individual) en los diferentes momentos de la temporada (p. ej., durante la pre temporada, durante o finae la misma) o situaciones puntuales de la misma (p.ej., al inicie una semana tras un alto esfuerze entrenamient después de una competición importante de muchesgaste físico y emocional). Para ello es importante sensibilizar a todos los estamentos del ámbiteportivo (directores deportivos, entrenadores, preparadores físicos, médicos, fisioterapeutas, nutricionistas, psicólogos y familiares), para que trabajen al unísono, fomentando el autoconocimienteeportista, siendo más sensibles a las variaciones individuales y pidiendo ayuda cuando se requiera.
Por su parte, Brink et al. (2012) señala la importancia de monitorizar también el rendimienteportivo, por lo que la evaluación del mismo puede ser un indicador no sole su valía deportiva, si no también, de un posible bajo rendimientebido al sobreentrenamiento. Esta labor podría quedar en manos de los técnicos deportivos, con la colaboración del psicólogeeporte, el cuae puede ayudar en la definición conductual y/o categorías a registrar, establecer un instrumente registro, entrenarles en observación, realizar el análisis de los datos e interpretar los resultados.
En relación al rendimienteportivo, en ocasiones se busca un incremente la carga de entrenamiento para corregir un descensel mismo. El problema surge cuando esta disminución es un síntoma del sobreentrenamiento, y en este caso, erganismo responderá mal al intensificar el trabajo, aumentando el riesge mala adaptación al entrenamiento y con ello precipitanda aparición de sobreentrenamiento (Aubry et al., 2014).
Una vez que las manifestaciones de sobreentrenamiento ya se han presentado, entonces se debe interrumpir la actividaeportiva e intervenir sobre la sintomatología específica desde una perspectiva interdisciplinar, pera prevención sigue siendo el mejor tratamiento. Por ello sería interesante desarrollar programas de prevención del sobreentrenamiento, en el que un elementásico sería la psicoeducación, conociendo que son los estados de ánimo y su identificación para hacer conscientes a los deportistas de las posibles variaciones vinculadas al sobreentrenamiento
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Fátima Sánchez es Psicóloga del Conservatorio Superior de Danza de Madrid “María de Ávila y Alejo García-Naveira es Psicólogo Coordinador de la Sección de Psicología de la Actividad Física y eeporte del Colegificiae Psicólogos de Madrid.
La correspondencia acerca de este artículebe enviarse a Fátima Sánchez-Beleña, c/ General Ricardos 1777 (28025). Madrid. E-mail: [email protected]
Fátima Sánchez-Beleña1 y Alejo García-Naveira Vaamonde2
1Conservatorio Superior de Danza de Madrid “María de Ávila”, España, 2 Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid , España
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Abstract
La actividad física moderada presenta innumerables beneficios para la salud física y mental, pero a medida que se aumenta la cantidad de tiempo de dedicación y las cargas de trabajo durante los entrenamientos, puede provocar alguna sintomatología o problemas de salud, entre ellos, diferentes estados de fatiga que pueden desembocar en el Síndrome de Sobreentrenamiento (SSE). Los objetivos del presente artículo son establecer una distinción conceptual entre el SSE y otros conceptos relacionados, analizar cómo se evalúa para su detección y revisar estudios representativos sobre la temática publicados entre los años 2010 y 2017. Se concluye que la sintomatología relacionada con el SSE es muy variada (cambios orgánicos, psicológicos, conductuales, etc.), puede presentar diferencias en función de la modalidad deportiva (mayor en deportes individuales), nivel de competición (mayor en alto rendimiento) e incluso de una persona a otra. Se suele detectar cuando hay síntomas evidentes del mismo y está avanzado, como el descenso del rendimiento deportivo, aunque su inicio es anterior. Por ello, se requiere un estudio individualizado del SSE, en el que se recomienda una detección temprana y un seguimiento periódico del mismo, siendo el POMS uno de los instrumentos más utilizados y eficaces debido a la variación del estado de ánimo relacionado con el síndrome. Además, a nivel práctico, es importante revisar y ajustar los tiempos de dedicación, cargas de entrenamiento y recuperación entre sesiones del deportista, así como el descanso, el sueño y la alimentación. El psicólogo del deporte puede asesorar y orientar a los técnicos deportivos sobre el SSE, evaluar e intervenir psicológicamente para su prevención y tratamiento.