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El presente trabajo analiza la intersección de las representaciones de género y violencia en el cine urbano de los años 1990 en Mexico, específicamente el modo en que el género y la violencia se emplean como puntos de referencia que estabilizan el campo discursive al mismo tiempo que parecen senalar la subversión, desestabilización y transgresión de fronteras dentro de los espacios urbanos y paraurbanos. Tomaré como ejemplo de estos procesos tres películas de la última década: Lola (1989), de la más conocida cineasta mexicana, María Novaro; Lolo (1991), de Francisco Athié; y Hasta morir (1993), dirigido por Fernando Sariñana, película que se podría considerar como "precuela" de Amores perros (González Iñárritu 2000) y cuya guionista es una mujer, Marcela Fuentes-Berain.
¿Por qué género y violencia en películas urbanas de la periferia? ¿De qué modo se relaciona el género con la representación del espacio urbano en general y de la violencia urbana en particular? ¿Se puede entender el género y la violencia -al igual que la producción del espacio- como categorías representacionales? En tal caso, ¿cómo se emplean estas categorías representacionales en el encuadre fílmico del espacio urbano y de las interacciones sociales? ¿Los procesos urbanos producen nuevas relaciones de género, o es que el género, en tanto punto de referencia poderoso y estereotipado, sirve para estabilizar, fijar y representar los flujos, dislocaciones y transfusiones de la megalópolis? ¿La violencia resulta ser la expresión a nivel de la calle de tales dislocaciones que pueden tener origen en transacciones globales abstractas y violentas, o sería una práctica representacional que lleva el propósito de "re-habitar" los espacios vacíos de la periferia megapolitana? Éstas son algunas de las preguntas que plantea el cine urbano de fin de milenio en México, que está surgiendo ahora como un género propio con discursos y procedimientos reconocibles, del que la muy exitosa película Amores perros no es más que la punta de un iceberg grande y creciente.
Género y violencia en tanto que categorías representacionales
El consabido concepto del género como categoría representacional -o sea, como conjunto de discursos disponibles para ser combinados y desplegados, impuestos o rechazados- no necesita explicaciones.1 Pero la intersección del género con las formas de habitar el espacio urbano no ha tenido tanta explicación teórica, aunque en...