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1. Gran Bretaña reconoció la frontera del Esequibo
La primera Constitución de Venezuela (1811), después de proclamada su independencia de España, en virtud del principio Uti possidetis aceptado por los países hispanoamericanos en la delimitacióde sus respectivas fronteras, estableció que los límites territoriales del país eran los correspondientes a la Capitanía General de Venezuela, los cuales en la frontera sur-oriental seguían por el río Esequibo desde sus fuentes hasta su confluencia en el Atlántico. Esta era la frontera que separaba al país de las colonias holandesas de Esequibo, Demerara y Berbice,
Por el Tratado de Londres (1815), los Países Bajos cedieron a Gran Bretaña las mencionadas colonias que posteriormente se llamaron Guayana Británica.
Creada Colombia, de la que formaba parte Venezuela, bajo el gobierno del Libertador Simón Bolívar, mediante notas y memorias explicativas de sus diplomáticos Francisco A. Zea (1821), Rafael Revenga (1823), J M. Hurtado (1824) y Pedro Gual (1825), dio a conocer a Gran Bretaña cuál era la frontera que la separaba de sus colonias antes mencionadas, sin que la Gran Bretaña opusiera objeción alguna. De estas gestiones diplomáticas de la vieja Colombia merece destacarse la del Ministre Plenipotenciario en Londres, J M. Hurtado, quien, al gestionar y obtener de la Gran Bretaña el reconocimiento del nuevo Estado o República de Colombia, expuso muy claramente cuáles eran sus fronteras, entre ellas la sur-oriental o línea del Esequibo. Esta fue la frontera que Gran Bretaña reconoció a Colombia, de la que Venezuela era parte integrante.
En 1830 Venezuela se separó de Colombia, y le correspondieron las mismas fronteras de la antigua administración española cuando era Capitanía General. La Gran Bretaña no tardó en reconocerla, sin que en ningún momento planteara alguna cuestión de límites.
2. Origen imperialista del problema fronterizo
El problema fronterizo se fue incubando lentamente, mientras Venezuela se hallaba en posesión pacífica de su territorio.
La Royal Geographical Society de Londres, que actuaba en connivencia con el Colonial Office, vino a saber que Rusia debía el descubrimiento de diamantes en los Urales a una observación de Alejandro de Humboldt sobre las semejanzas geográficas entre aquellos y los montes del Brasil. Ahora bien, conociendo que las mismas semejanzas existían entre los macizos guayanés y brasileño, proyectó la realización de unas exploraciones de...