RESUMEN
Esta investigación explora las condiciones (teórico-metodológicas y formativas) para la introducción de la metodología fenomenológico-hermenéutica práctica (de Max van Manen) en el contexto hispanoamericano. Siguiendo el método Descriptivo (interpretativo) y el enfoque de la teoría fundamentada para el análisis e interpretación de los datos, se realizaron entrevistas a profesores universitarios e investigadores del campo de las ciencias humanas y sociales; y cuestionario abierto a expertos en el método. El estudio lleva a considerar la centralidad del sujeto de la formación y de la práctica fenomenológico-hermenéutica, atribuyéndosele (como punto de partida) determinadas actitudes, aptitudes y destrezas. Al mismo tiempo, apunta a la necesidad de un contexto con espacios permanentes de estudio, formación, intercambio y difusión del trabajo fenomenológico-hermenéutico, preferentemente en las propias universidades. La formación supone centrarse en la experiencia vivida desde el inicio, diseñando una estrategia didáctica que (sin dejar de aportar los fundamentos teóricos y filosóficos de base) no caiga en la teorización excesiva del enfoque. Una propuesta formativa adecuada puede contribuir a la generación de grupos de investigadores que aporten de forma singular a una práctica investigadora más humana y humanizadora; centrada en el mundo de la vida y en el significado y sentido de la experiencia.
PALABRAS CLAVE
Investigación cualitativa; enseñanza de métodos; hermenéutica; fenomenología; metodología de investigación.
ABSTRACT
This research explores the theoretical-methodological and learning related conditions for introducing the hermeneutic phenomenological methodology based on Max van Manen's approach within the Hispanic context. Using the descriptive (interpretive) method and the grounded theory approach for data analysis and interpretation, interviews with academics and researchers in the humanities and social sciences and an open questionnaire to experts in the method were conducted. This study leads us to consider the centrality of the subject of education and the hermeneutic phenomenological practice, attributing, as a starting point, certain attitudes, aptitudes and skills to this subject. At the same time, this study points to the need for a context with permanent spaces for study, training, exchange and dissemination of hermeneutic-phenomenological work, preferably at universities. Education implies the focus on a lived experience from its starting point, designing a teaching-learning strategy that, while still providing the theoretical and philosophical basis, does not fall into excessive theorizing of the approach. A proper educational proposal may contribute to the emergence of research groups that provide a singular way to practice more humane and humanizing research, focused on the world of life and the meaning and sense of the experience.
KEY WORDS
Qualitative research; teaching methods; phenomenology; hermeneutics research methodology.
INTRODUCCIÓN
La fenomenología hermenéutica (FH) como enfoque de investigación, aplicado tanto en las ciencias sociales y humanas, como en las ciencias de la salud, tiene hoy en día una gran difusión y cada vez más seguidores en todas las áreas científicas (ver, por ejemplo, Desjarlais, y Throop, 2011; Finlay, 2011; Jones, Rodger, Ziviani, y Boyd, 2012; Kumar 2012 y Wilson 2012). Esta difusión y aplicación se realiza casi exclusivamente en el ámbito anglosajón (concentrándose en países como Canadá, Australia y Estados Unidos).
Con el fin de llegar a determinar las condiciones e implicaciones de la introducción y puesta en práctica de la fenomenología hermenéutica aplicada (FHA) en el contexto hispanoamericano, realizamos una investigación centrándonos en la aproximación de Max van Manen. Este estudio se propuso explorar, desde el punto de vista teórico y metodológico, las características de la formación de investigadores -docentes universitarios del campo de las ciencias humanas y sociales- en este enfoque.
Van Manen, pedagogo neerlandés radicado en Canadá 2, es pionero en la configuración, consolidación y difusión de una variación de fenomenología hermenéutica llamada práctica o aplicada como metodología de investigación en las ciencias sociales y otras áreas disciplinares, pero especialmente en la pedagogía.
Esta aplicación, cuando se da a nivel de la educación superior, ofrece posibilidades científicas y de formación del profesorado fructíferas, amplias y novedosas. Así, por ejemplo, Thomson (2008, p. 2) afirma:
Los prácticos de la educación superior... tienen la obligación no solamente de investigar permanentemente su propia práctica, sino de hacerlo de forma que les empuje a una nueva consideración de qué es lo que significa comprometerse en la investigación y pedagogía críticamente reflexiva. Hay un imperativo urgente de obtener comprensiones frescas sobre la práctica existente y moverse más allá de los caminos familiares y muy desgastados... La fenomenología hermenéutica (interpretativa), como filosofía y como metodología de investigación, provee un punto de partida particularmente apropiado para tal camino (traducción propia).
Teniendo presente esta reflexión, se experimentó la necesidad de indagar sobre el camino a recorrer para lograr una introducción formal y sistemática de la metodología en cuestión en el contexto hispanoamericano 3, entre los investigadores universitarios que se orientan (o podrían orientarse) hacia la comprensión de la naturaleza y el sentido de la experiencia humana y social desde múltiples campos científicos.
A lo largo de esta investigación, se ha llegado a comprender que la práctica de la FHA -llevada a cabo de forma cualificada y coherente, particularmente desde el punto de vista epistemológico- entraña un cuidadoso proceso formativo que introduce progresivamente a los investigadores universitarios en las nociones, procedimientos, criterios, etc., propios del enfoque. Esta introducción, a su vez, depende de la toma de conciencia de que la investigación FHA es principalmente el despliegue de una «mentalidad» particular respecto del significado de la experiencia, de la investigación, del conocimiento científico, de la relación teoría-práctica, etc. (cf. Van Manen, 2014). En este sentido, se ha vislumbrado que la calidad y relevancia de la experiencia formativa inicial condiciona el alcance y forma del desarrollo teórico y práctico de quienes se dediquen a la investigación fenomenológicohermenéutica.
MÉTODO
Esta investigación se desarrolla desde el método descriptivo con enfoque interpretativo. Dentro de él, la dinámica y el sentido del trabajo de recopilación de información (tanto de las fuentes bibliográficas como del material empírico) se basa en un enfoque de teoría fundamentada. Dada la naturaleza cíclica de esta investigación cualitativa, la progresiva recopilación de datos ha supuesto la revisión de las técnicas y, en algún momento, su modificación. Como indica Sandín (2006) se ha verificado la recurrencia o simultaneidad entre la recogida y el análisis de la información. Así, el material empírico definitivo fue el recogido mediante entrevistas (grupal y en profundidad), observación estructurada y cuestionario abierto.
En la entrevista grupal participaron profesores universitarios del contexto local que laboran en diferentes universidades de la ciudad de Guayaquil; ex-participantes de un curso de metodología de investigación impartido por la autora de este trabajo y, por tanto, inicialmente familiarizados con los fundamentos epistemológicos y metodológicos de la FH de van Manen. Estos investigadores y prácticos pertenecen a diferentes áreas científicas (derecho, sociología, psicología, arquitectura, economía y pedagogía). Paralelamente, se llevaron a cabo entrevistas semi-estructuradas, en profundidad, a docentes investigadores universitarios que, además de cumplir con los criterios anteriores, habían estado implicados en procesos de formación de otros investigadores en investigación cualitativa. Complementariamente, se aplicaron cuestionarios abiertos a dos expertos internacionales en fenomenología hermenéutica vanmaniana, uno de ellos investigadora universitaria, discípula directa de Van Manen.
También para el análisis e interpretación de la información recopilada se ha seguido la lógica de la teoría fundamentada con los procedimientos básicos de codificación abierta y de codificación axial (Flick, 2007). Las unidades de registro fueron frases y párrafos extraídos de las transcripciones de entrevistas y también de los cuestionarios, mientras que la unidad de contexto fue el párrafo completo. El criterio para el establecimiento de códigos fue la presencia del significado, siempre que se tratara de material que respondiera a los interrogantes de la investigación y/o teorizara/ilustrara/explicara aspectos relativos a ellos. Este procedimiento culminó en un conjunto de categorías de significados que abordan, en una aproximación inicial, los aspectos clave de la formación en y para la práctica investigativa de la FH vanmaniana.
LA FENOMENOLOGÍA HERMENÉUTICA DE MAX VAN MANEN
A lo largo de la segunda mitad del siglo pasado, fueron varios los investigadores comprometidos con el estudio de la experiencia humana, más allá de la lógica y los supuestos de las ciencias naturales, que originaron y desarrollaron enfoques inspirados y basados en la fenomenología y la hermenéutica filosóficas. Estos autores se vieron impelidos a «traspasar fronteras» en el abordaje de la experiencia humana, lo que les exigió no sólo un sólido conocimiento filosófico de la fenomenología y/o la hermenéutica, sino también una profunda preparación en diseños y estrategias de investigación (Giorgi, 2006).
Lo que les unía y les une es una preocupación central: «retornar a los significados experienciales y encarnados, pretendiendo obtener descripciones ricas, complejas y frescas sobre un fenómeno, tal como es vivido, concretamente» (Finlay, 2012, p. 17, traducción propia).
A pesar de ello, todavía hoy «sigue siendo difícil llegar a un núcleo común conceptual ontológico, epistemológico y metodológico para la fenomenología» (van Vuuren, 2012, p. 1, traducción propia). Esto se debe a su gran riqueza y variedad a lo largo de su dilatada historia. Spiegelberg (1994), por ejemplo, la describió como un «río» del que nacen varias corrientes paralelas: tienen un punto de partida común pero han tenido y tienen un destino diferente. En esta breve revisión nos conformaremos con mencionar un par de clasificaciones de estas corrientes (en la vertiente metodológica y aplicada) para pasar enseguida a caracterizar el enfoque objeto de este estudio.
Giorgi (2006) aporta una primera distinción de autores y enfoques: a. Max van Manen (años 1990), quien tiene la influencia fenomenológica de la Escuela de Utrecht, Husserl, Heidegger y otros 4; b. Paul Colaizzi y Rich Hycner (años 70-80), con métodos similares, quienes recibieron la influencia del enfoque fenomenológico de la Universidad de Duquesne; c. Clark Moustakas (años 90), que basó su método de análisis psicológico en la filosofía de Husserl, definiendo su enfoque como «heurístico»; y d. Gunnar Karlsson (años 90), también bajo la influencia de la Universidad de Du- quesne, que en su procedimiento se inspira, originariamente, en el método articulado por Husserl, pero con derivación en un proceso interpretativo.
Por su parte, Finlay (2012) menciona otras variantes más recientes, además de la vanmaniana: a. El enfoque abierto al mundo de la vida de Dahlberg; b. El enfoque dialógico de Halling; c. El enfoque de Dallas de Garza; d. El enfoque del mundo de la vida encarnado de Todres; y e. El enfoque del mundo de la vida de Ashworth.
Centrándonos en el enfoque de van Manen, podemos decir que se trata de una apuesta por una indagación de la experiencia vivida «abierta a la revisión e interpretación..., al significado y a las experiencias posibles» (Henriksson, & Friesen, 2012, p. 1, traducción propia). En trabajos previos (Ayala 2008, 2010, 2011 y 2012) lo hemos aplicado a algunos significados esenciales de la experiencia pedagógica. 5
Todo el tiempo nos estamos involucrando con una forma de investigar que es «una actitud o disposición de sensibilidad y apertura: es una forma de apertura a los significados cotidianos experimentados; significados experimentados como opuestos a significados teóricos» (van Manen, 2002a, s.n., citado por Henriksson, y Friesen, 2012, p. 1, traducción propia). En la FH vanmaniana no se habla de «método» en el sentido de «un conjunto predeterminado de procedimientos, técnicas y conceptos fijos que regulen el proyecto de investigación»; más bien, «la metodología de la fenomenología es tal que postula un enfoque de la investigación que aspira a carecer de presuposiciones» (van Manen, 2003, pp. 47-48). Sin embargo, «no es del todo incorrecto decir que la fenomenología y la hermenéutica, del modo que se describen aquí, tienen definitivamente un cierto methodos, es decir, un camino» (Ibíd.).
Así, para investigar desde este methodos se requieren dos impulsos metodológicos básicos: la reductio y la vocatio, ya que.
... el método de la fenomenología es reflexión radical. El método reflexivo está llamado a emular la experiencia vivida y esto requiere de varias formas del primer aspecto de la metodología fenomenológica, la reductio: la puesta entre paréntesis o suspensión de nuestra «actitud natural» cotidiana.
Esta emulación ocurre lingüísticamente a través de la escritura en el contexto del segundo aspecto de la metodología fenomenológica, la vocatio. El propósito de escribir es el de producir retratos textuales que resuenen los tipos de significados que parecemos reconocer en la expe- riencia pre-reflexiva. La dimensión vocativa expresa esta preocupación por el lenguaje 6
Estos dos impulsos se verifican de forma transversal en la aplicación de diferentes procedimientos o métodos de investigación de naturaleza empírica y reflexiva. Mientras los métodos empíricos exploran el ámbito y la variedad de material experiencial relativo al fenómeno en estudio, los métodos reflexivos interpretan los aspectos de significado del fenómeno (van Manen, 2003). 7
CLAVES PRÁCTICAS PARA LA FORMACIÓN DE INVESTIGADORES EN FENOMENOLOGÍA HERMENÉUTICA
Reflexionar sobre la condiciones de formación en FHA, a nuestro modo de ver, requiere pensar en las características particulares de la enseñanza de la investigación cualitativa. Así, un primer requerimiento sería el de generar espacios organizativos, institucionales y curriculares abiertos a este enfoque, ya que «si no hay espacios no hay presencia» (Sandín, 2006, p. 4). Aplicado a la FH, esto supondría una conquista del espacio ya que en el contexto universitario suele estar extendida esa visión de investigación rigurosa como lo cuantitativo-positivista-experimental, muy distante de la FH. 8
Por tanto, es necesario planificar y consolidar espacios de aprendizaje donde sea posible de-construir esa mirada positivista sobre la realidad humana y social. Darse y darles a los estudiantes la posibilidad de experimentar las otras miradas, trabajando sobre la concepción personal de la investigación cualitativa: explicitarla, cuestionarla, conceptualizarla (Sandín, 2006).
Al mismo tiempo, hay que reconocer y asumir la necesidad de cierta formación epistemológico-teórica de base, ya que se trata de algo que «muchos investigadores ni tan siquiera se plantean o desatienden, cuando en realidad está en la base de muchos comportamientos y decisiones metodológico-técnicas posteriores» (Dendaluce, 1999, citado por Sandín, 2006, p. 13).
No menos importante es la atención dedicada a las personas singulares y concretas que se convertirán en investigadores cualitativos, concibiendo su preparación «como un proceso a través del cual garantizamos el rigor científico de los estudios» (Sandín, 2006, p. 14). En este sentido, es básico «huir de una visión mecanicista que reduce los métodos a un conjunto de técnicas, una receta a seguir» (Ibíd.), dándole más valor al «espíritu que anima» al investigador, a la mentalidad que tiene y a las habilidades personales que despliega en la investigación.
Teniendo en cuenta esto, en las siguientes líneas repasamos algunas sugerencias prácticas para la formación en FHA que, aunque parten de enfoques diferentes al de van Manen, ofrecen pistas valiosas para nuestro propósito.
Gallagher, y Francesconi (2012) distinguen la enseñanza de la fenomenología como filosofía -centrándose, por ejemplo, en la historia de su desarrollo- y como método. Proponen que, a la hora de formar en el método fenomenológico (a investigadores avanzados en investigación cualitativa usando, básicamente, entrevistas fenomenológicas; e investigadores avanzados en las neurociencias cognitivas), el programa sea más pragmático que «erudito».
Estos investigadores han constatado reiteradamente que los estudiantes de postgrado (psicología, educación, enfermería, administración y otras disciplinas) valoran la fenomenología como una buena opción para llevar a cabo investigación cualitativa. Sin embargo, también han comprobado que se suele desconocer la filosofía fenomenológica e, incluso, cualquier noción filosófica, lo cual supone una desventaja. Por este motivo, Gallagher, y Francesconi consideran necesaria la introducción de conceptos básicos de filosofía, siempre relacionados con la fenomenología. Advierten, con todo, que esta enseñanza exige equilibrio: el excesivo tecnicismo puede volver «oscura» la práctica fenomenológica (más aún cuando hoy en día sigue vivo el debate filosófico sobre el significado de los términos). Teniendo en cuenta esto, es recomendable que la formación en FH se inicie con el dominio de los conceptos básicos como requisito para la investigación de los temas concretos.
En este mismo sentido, Churchill (2012) recomienda una enseñanza de la fenomenología basada en la comunicación de conceptos difíciles, pero facilitada por medio de la ilustración, esto es, utilizando muchos ejemplos para profundizar un mismo tema.
Con todo, esta enseñanza inicial de conceptos básicos puede resultar infructuosa, como afirma Halling (2012). En efecto, este experto destaca que los investigadores en formación, a pesar de saber en «teoría» lo que significan algunas nociones fenomenológicas -por ejemplo, la diferencia entre orientarse hacia el mundo de la vida y teorizar sobre él- poseen escasa o nula comprensión de las mismas a la hora de «aplicarlas». Una explicación plausible es la de que las pre-concepciones acerca de lo que es «ciencia» (con el papel hegemónico de la «teoría», por ejemplo), adquiridas en los estudios formales previos, impiden apropiarse de la visión fenomenológica que concede toda la centralidad a la experiencia. De ahí que, como indica Halling, hay que trabajar por conceder a la intuición un papel protagónico, ofreciendo una preparación que «apela a la experiencia como evidencia, y llama al retorno al mundo de la vida...» (2012, p. 1, traducción propia).
Con la mirada puesta en esa transición teoría-práctica, Gallagher, y Francesconi (2012) sugieren que, después del aprendizaje de conceptos y temáticas fundamentales, los estudiantes sean familiarizados con la aplicación de la entrevista fenomenológica como primer paso para introducirse en la investigación. Esta técnica, centrada en la recopilación de la experiencia vivida, supone que los investigadores-aprendices guíen a los sujetos entrevistados en la realización de descripciones fenomenológicas y, por tanto, facilita el ejercicio de las destrezas requeridas para ello.
A pesar de ello, Halling (2012, p. 2) considera imposible separar la dimensión teórica de la práctica en el proceso formativo, puesto que.
... teoría y práctica son dos facetas de la vida humana íntimamente relacionadas. Nuestras acciones están basadas en lo que creemos y lo que creemos está formado por nuestra experiencia y las tradiciones en las que estamos arraigados como personas, estudiantes y profesionales. A su vez, lo que experimentamos lleva a cambios en nuestra teoría: esto es, en nuestros supuestos y creencias. Nuestra práctica puede ser mejorada en la medida en que encontremos teorías que nos ofrezcan dirección y ayuda para ver las cosas en una nueva forma, y nuestras teorías pueden ser mejoradas en la medida en que aprendamos desde nuestra práctica (cursivas originales, traducción propia).
Es necesario centrarse en la experiencia, no sólo como objeto de recopilación y de análisis, sino como fuente y contenido de la reflexión colectiva sobre los fenómenos; buscando la aprehensión de su significado. Se trata de ejercitar la reflexión, básicamente, mediante la vía textual: atreverse a escribir la experiencia de una forma fenomenológica, superando los prejuicios que consideran este tipo escritura como «subjetiva e idiosincrática, reveladora de uno mismo y no del fenómeno» (Halling, 2013, p. 3, traducción propia).
El valor formativo e investigativo de esta práctica textual, fue destacado por Jordán (2008) en una investigación sobre la formación pedagógica, desde el enfoque de van Manen, de docentes en ejercicio. Una de las principales conclusiones fue la de que la escritura personal de experiencias es un medio privilegiado para la aprehensión reflexiva del significado vivido en los acontecimientos cotidianos.
Centrándonos ya en el aspecto de la organización de actividades, los expertos destacan la importancia de los proyectos de investigación (aunque sean a pequeña escala) en temas significativos, desarrollados en grupos pequeños (Halling, 2012).
Churchill (2012), por su parte, sugiere que las obras cinematográficas son especialmente relevantes para el aprendizaje de la fenomenología. Este recurso puede contribuir a desarrollar una conciencia empática, ejercitando la capacidad de asumir «perspectiva» de otra persona. Para este mismo propósito, recomienda visitar museos y zoológicos. En lo que a la secuencia de actividades de aprendizaje se refiere, este fenomenólogo (basándose en el enfoque de Giorgi) propone una secuencia como la siguiente: a. Escribir las experiencias personales en relación con el objeto de estudio; b. Compartir estas experiencias con los compañeros de grupo; c. Discutir grupalmente todas y cada una de las descripciones; y d. Solicitar nuevas descripciones a personas externas al grupo.
Rescatando el sentido de las diferentes propuestas hasta aquí, podemos decir que cada la enseñanza de la FHA «debe ser vista como una manera de educar nuestra perspectiva de la realidad, reflexionar acerca de nuestra relación con el mundo, cambiar y refinar nuestro punto de vista, construir y definir nuestra postura mental y ampliar la manera en que miramos el mundo» (Tarozzi, y Mortari, 2010, citado en Gallagher, y Francesconi, 2012, p. 3, traducción propia). Un estilo de reflexión que requiere de un formador singular que tenga como objetivo «ayudarles a apropiarse de una actitud; una forma de ver y pensar; y una práctica con la que ellos se conectan sobre una base personal, más que sólo cómo una perspectiva teórica» (Halling, 2012, p. 1, traducción propia).
Sin embargo, el ritmo vertiginoso de actividad en el vivimos frecuentemente dificulta el despliegue y desarrollo de esta actitud reflexiva en la cotidianidad. A pesar de esto, el hecho es que la fenomenología «...requiere un tipo de atención hacia la experiencia. que es difícil incorporar tanto al mundo cotidiano como al académico. Requiere concentración y contemplación, el terreno donde la receptividad y la creatividad brotan» (Halling, 2012, p. 5, traducción propia). Una condición que se vuelve consecuencia cuando «al menos parte de los estudiantes aprenden gracias a la práctica de la fenomenología que ese detenerse y conceder toda su atención a la experiencia es restaurador, productivo y profundamente satisfactorio» (Ibíd.).
Sintetizando, el criterio experto de algunos investigadores dedicados a la enseñanza universitaria de la fenomenología refiere que para garantizar un contexto significativo de aprendizaje se necesita: examinar y cultivar la actitud y mentalidad fenomenológica ante la experiencia humana (propia y ajena); revisar, cuestionar y transformar las concepciones previas sobre la investigación y la ciencia; diseñar oportunidades para la aplicación de la metodología, integrando equilibrada y hábilmente la teoría fenomenológica en su práctica.
A continuación de este breve recorrido por experiencias internacionales antecedentes se expone la perspectiva de algunos expertos y docentes universitarios interesados en la formación en el método FH en su vertiente aplicada.
RESULTADOS Y ANÁLISIS DEL MATERIAL EMPÍRICO
Los textos obtenidos mediante entrevistas (individuales y grupales) y cuestionarios abiertos se estructuraron, en una primera etapa, en «temas» y «subtemas». Aquí recogemos, a modo de ejemplo, uno de estos temas generados en el esquema conceptual organizador primero:9
Implicaciones
Son generales/ a-contextuales
«What would be the implications of this introduction in your context? And what do you forecast for the Guayaquilean/Ecuadorian context? Same as any country» (FHVE2).
Apuntalar comunidades investigadoras
«... Hay una oportunidad de desmarcarnos como universidad, como centro investigador o como una corriente dentro de un centro de investigación; desmarcarnos de esa visión "troglodita" de la investigación, maniquea instrumentalista, autoritaria, totalitaria y positivista, y pasar a ese otro registro donde la investigación sale del mundo de la vida y regresa al mundo de la vida y, por lo tanto, empoderar este discurso para apuntalar las comunidades que se pueden engarzar en eso» (DICHS1).
Abordar las dimensiones esenciales de la experiencia
«Una implicación que yo veo en esto, si se trabajan las condiciones de posibilidad, es el regresar la investigación a sus fuentes. (en el nivel del imaginario social, pero también en el nivel de las relaciones de uno en uno) es este regresar a lo cualitativo: vincular, interdependiente, humano, del tejido; y no a la cifra, del cálculo, del control y de la estructura, entendida la estructura como la de poder» (DICHS1).
Un perfil distinto de investigador
«Este investigador que no trabaja para el sistema, y que sabemos que no esta regido por un control, en el mundo de la vida lo que encuentra es la vida, con sus mundos, pero es diferente... Sería interesante abonar a eso, porque la siento tan débil frente a la hegemonía del otro discurso.» (DICHS1).
Formación para su coherente aplicación
«Existe, en definitiva, una necesidad de «formar a los propios formadores» de metodologías no convencionales, como es claramente en nuestro país el método FH. En esta línea, se puede subrayar la necesidad de investigaciones.que analicen y propongan modos lo más pedagógicos/didácticos posibles para «formar» tanto a los investigadores en preparación universitaria, como para «formar... a los propios formadores» en este método FH, tan prometedor y fecundo en el ámbito pedagógico y educativo en general» (FHVE1).
A continuación, con un ejemplo, exponemos algunos resultados del proceso de codificación abierta (cf. Flick, 2007):
Código: Aspectos básicos del aprendizaje de la FH
1. No se puede «enseñar»; se ha de «mostrar».
2. Dos dimensiones: una teórica y una práctica. No hay que ahondar demasiado en la teoría con los investigadores en formación: evitar visión «erudita».
3. El contenido teórico hacerlo asequible y atractivo.
4. Requiere pensar bien la didáctica.
5. Requiere reflexión y escritura.
6. Debe estar centrado en la experiencia vivida
Finalmente, el nuevo análisis completo del material empírico se realizó desde la guía del esquema propuesto por Strauss, y Corbin (1990, citado por Flick, 2007, p. 197) para definir y agrupar las categorías: a. Condiciones causales^ b. Fenómeno^ c. Contexto^ d. Condiciones inter- puestas^ e. Estrategias de acción/interacción^ f. Consecuencias. Esta codificación axial nos llevó al siguiente resultado:
a.Sujeto
Fenómeno: El sujeto de la formación FHy su aplicación al campo de las ciencias humanas y sociales
a.Condiciones causales
a.1. Debe ya poseer un cierto bagaje cultural: «capital simbólico», conocimientos de arte, bases filosóficas.
a.2. Debe ya tener una actitud determinada:
* ante la experiencia humana, interrogadora
* ante el conocimiento, interrogadora
* ante su propio saber, cuestionadora y dispuesta a «desaprender»
* ante la investigación fenomenológica, dedicación y atracción
a.3. Debe ya tener ciertas habilidades:
* escribir bien (académica y fenomenológicamente)
b. Contexto
b.1. La formación filosófica en Guayaquil no ha sido buena en las últimas décadas.
b.2. Los jóvenes no tienen habilidades de lectura ni escritura; y los mayores no poseen base filosófica.
c. Condiciones interpuestas
c.1. Que, dentro de las universidades, se valoren este tipo de sujetos/ investigadores.
c.2. Que haya espacios institucionales (o en los intersticios de las instituciones) para posibilitar el contacto entre estos sujetos y su formación.
d. Estrategias de acción/interacción
d.1. Se requiere generar una convocatoria que comunique bien la FH para hallar a estas personas.
d.2. Seleccionar y cultivar un grupo pequeño de investigadores con aquéllos que muestren las condiciones anotadas.
e.Consecuencias
e.1. Estos investigadores serían una aportación singular y necesaria en el campo de las ciencias humanas y sociales.
e.2. Se generarían comunidades investigadoras dedicadas al «mundo de la vida».
b.Contexto institucional
Fenómeno: Contextos adecuados para la introducción de la investigación FH y/o la formación de investigadores FH
a.Condiciones causales
a.1. Espacios permanentes de formación, intercambio y difusión del trabajo FH.
a.2. Espacios organizados que posibiliten la reflexión, la introspección, el diálogo, etc.
a.3. Espacios multi-interdisciplinares que integren a investigadores de diferentes áreas científicas en la práctica de la FH.
b. Contexto
b.1. En Guayaquil se ha perdido el espacio de investigación en ciencias sociales.
b.2. El Estado apoya (económica y comunicacionalmente) las investigaciones de corte cuantitativo y de impacto cuantificable.
b.3. Las universidades valoran más las investigaciones de naturaleza cuantitativa.
b.4. En todos los contextos geográficos las condiciones son las mismas.
c. Condiciones interpuestas
c.1. Las personas particulares podrían interesarse, pero las instituciones no tanto.
c.2. Se requiere apoyo de las autoridades institucionales.
d. Estrategias de acción/interacción
d.1. No debe ser de alcance institucional, sino limitarse a iniciativas surgidas en espacios dentro de las universidades, como los centro de investigación, los cursos de posgrado, los seminarios, etc.
d.2. Buscar los «intersticios» de las instituciones.
e.Consecuencias
e.1. Posibilidad de consolidar la dimensión cualitativa de la investigación.
e.2. Crear comunidades de aprendizaje que aporten al conocimiento de la realidad humana y social en el contexto local y nacional.
c.Organización
Fenómeno: Organización de la experiencia de aprendizaje
a.Condiciones causales
a.1. La formación debe ser impartida por expertos en la metodología y con experiencia en su aplicación.
a.2. Asegurar continuidad en las iniciativas.
a.3. Grupos pequeños.
a.4. Recibir apoyo en el seno de las institución (universitaria).
b. Contexto
b.1. No existen experiencias formativas en el contexto local y nacional en FH aplicada.
b.2. En las universidades guayaquileñas se encontrarían personas interesadas en esta formación y aplicación posterior de la FH.
c. Condiciones interpuestas
c.1. Espacios y medios para el estudio, generación y difusión de las investigaciones que se generan.
c.2. Espacios y canales para la difusión e intercambio de las investigaciones que se generan.
d. Estrategias de acción/interacción
d.1. Modalidades organizativas
* Cursos o seminarios específicos.
* Desarrollo de tesis doctorales con el método.
* Grupos de estudio.
* Redes y congresos.
e. Consecuencias
e.1. Consolidación de grupos de estudio e investigación FH de alcance institucional y/o local.
d.Programa
Fenómeno: Contenidos y métodos para el aprendizaje de la FH
a. Condiciones causales
a.1. No es «enseñable» sino «mostrable»: sólo puede formar un experto en FH aplicada... alguien que la «viva».
a.2. Diseñar bien la estrategia didáctica para llegar a los docentes investigadores.
a.3. Centrado en la experiencia vivida.
b. Contexto
b.1. Los docentes universitarios, posibles investigadores desde el enfoque FH, no poseen bases filosóficas debido a su ausencia en la formación académica media y superior en el contexto local.
b.2. No se cuenta aún con una guía didáctica para la enseñanzaaprendizaje del método.
c. Condiciones interpuestas
c.1. Ir perfeccionando la didáctica para mejorar la enseñanza de la FH.
c.2. Evitar un enfoque «erudito» y teorizante.
d. Estrategias de acción/interacción
d.1. Contenidos
* Teórico y práctico.
* El contenido teórico debe ser asequible y atractivo.
d.2. Actividades
* Reflexionar y escribir sobre la experiencia.
* Basado en buenos ejemplos de investigaciones FH, casos y relatos.
d.3. Recursos
* Material base: guía didáctica desarrollada por expertos.
e. Consecuencias
e.1. Formar investigadores FH que comprendan y apliquen esta metodología de forma coherente y consistente.
CONCLUSIONES
Los hallazgos que reseñaremos a continuación, más que constituir la etapa final o de «cierre» del proceso investigador, suponen apertura de senderos e invitación a la iniciativa y el trabajo en la línea de una propuesta de formación que, incardinada en el contexto hispanoamericano, aproveche de forma fecunda las innumerables potencialidades de la investigación fenomenológico-hermenéutica.
Centramos nuestro interés en bosquejar las características teóricasmetodológicas más relevantes y adecuadas para introducir el enfoque y método de van Manen en nuestro contexto. Esta introducción se ha concebido como formación y, en concreto, dirigida a los docentes investigadores universitarios, de campos disciplinares orientados hacia la experiencia humana y social.
El primer aspecto que se destaca es el de la centralidad del sujeto de la formación del potencial investigador FH. Este sujeto en sí mismo se manifiesta como la condición primera y esencial de posibilidad de realización de este proyecto. El punto de partida son sus actitudes, aptitudes y destrezas: mirada profundamente interrogadora ante la experiencia humana, el conocimiento científico y su propio aprendizaje; bagaje cultural amplio (conocimientos literarios, científicos y filosóficos); actividad lectora permanente y habilidad escritora; y tendencia a la reflexión y contemplación en y sobre la experiencia vivida... entre las fundamentales.
Hablar de estos pre-requisitos es, desde luego, controvertido, ya que pueden asumirse como un perfil de entrada excluyente. Esta es una conclusión que sólo puede asumirse desde una consideración matizada. En efecto, la experiencia muestra que, a medida que uno desarrolla investigaciones FHA, uno se ve obligado a desplegar cualidades particulares: sensibilidad para percibir las sutilezas de significado de la experiencia, habilidad lingüística (sobretodo para la escritura), intuición, etc. Además, la capacidad de permanente reflexión se vive como fundamental (sobre todo en la etapa de análisis fenomenológico). Desde el momento en que se intuye la necesidad de estos pre-requisitos (y la experiencia corrobora su necesidad) el investigador se cuestiona: «¿reúno yo estas condiciones?».
Evidentemente, la respuesta no es fácil. Pensamos que no se resuelve con una simple afirmación o negación. A nuestro modo de ver, lo que parecen ser condiciones muy exigentes, especialmente para los principiantes, y, tal vez, excluyentes pueden concebirse simultáneamente como habilidades susceptibles de desarrollarse a medida que se practica la investigación. Por ejemplo, la realización de una entrevista fenomenológica o conversacional (van Manen, 2003) que aspira a aprehender el significado vivido de determinada experiencia, nos ayudaría a desarrollar la tendencia de «atender a lo fundamental o esencial», al ir desplegando esa percepción sensible a los «signos» del significado en la experiencia -penetrada de interpretación subjetiva- del entrevistado. A pesar de ello, es claro que la pre-disposición personal favorable es básica. Nos referimos a condiciones tan particulares como poseer una evidente inclinación y facilidad para la escritura, incluso poética, ya que los textos son fuente, canal y fruto de la investigación fenomenológica.
Por tanto, y para dilucidar mejor esta cuestión, es decisivo asumir el reto de «hacer experiencia» de la fenomenología; esto es, poner entre paréntesis las pre-concepciones, los pre-juicios y las teorías personales acerca del alcance y la naturaleza de las propias habilidades, para dejar que «las cosas se manifiesten a sí mismas» en el despliegue de nuestras investigaciones. Dicho de otro modo, se trata de dejar que la investigación desarrollada hable «por sí misma» al investigador y del investigador. Afortunadamente, hoy en día existe una comunidad internacional de expertos seguidores del enfoque FHA -junto con numerosos ejemplos de excelentes estudios- que pueden servirnos de espejo y de guía en este recorrido.10
Pensando ya en las condiciones contextuales que harían posible una introducción como la que nos ocupa, se destaca la necesidad de espacios permanentes de estudio, formación, intercambio y difusión del trabajo alrededor de la FHA. Estos espacios tendrían un carácter interdisciplinar teniendo en cuenta, no sólo el atractivo que ejerce la FHA sobre los investigadores de las más diversas áreas científicas, sino también la riqueza de la aportación teórica y práctica que puede derivarse de ellos. Lo ideal es que estos espacios sean universitarios, aunque en sub-unidades, como son los centros de investigación o los pequeños grupos de investigadores.
Algo que sobresale en este estudio es el hecho de que los expertos en el enfoque vanmaniano están convencidos de que las condiciones requeridas son las mismas en todos los contextos geográficos. Con todo, en algunos lugares y ambientes pueden erigirse serios obstáculos para la materialización de una propuesta como ésta. En efecto, el principal de ellos es la sólida tradición en investigación de corte cuantitativo en determinadas universidades que, reforzada en muchos casos por el apoyo estatal (dotación de fondos, por ejemplo, exclusivamente para los proyectos que van en esta línea), relega la investigación cualitativa a un papel secundario.
A esto se añade, centrándonos ahora en el sujeto de la formación, una deficiente o inexistente formación básica en filosofía11, que implica un reto para quienes quieren aprehender los fundamentos de la fenomenología hermenéutica.
En el nivel organizativo de la formación, por su parte, se destaca la exigencia de que los formadores cuenten con notoria experiencia en la aplicación de la metodología FHA. Otro ingrediente que puede asegurar el éxito del proceso de maduración personal y grupal es la continuidad dada a los programas, espacios, actividades, etc., que se pongan en marcha. Para ello, pueden diseñarse cursos y/o seminarios específicos, seminarios/ tesis doctorales y grupos de estudio. Además, hay que considerar como elemento clave la vinculación a redes y organizaciones de fenomenología filosófica y aplicada.
Centrándonos en el nivel de los contenidos y métodos didácticos, se han recogido en este estudio diversas visiones y sugerencias. Las decisiones dependerán de la modalidad de enfoque que se siga. Desde la aproximación vanmaniana, mucho más que de las estrategias didácticas se ha de considerar la calidad del formador: un investigador que «encarne», por así decirlo, esta singular y enriquecedora forma de aproximarse a la experiencia humana y social, así como a su compresión y descripción interpretativa textual. Juntamente con ello, cabe destacar la necesidad, para enfoques de FHA vamnanianos o no, de diseñar cuidadosamente una estrategia que -sin dejar de aportar los fundamentos teóricos y filosóficos de base- no caiga en la teorización excesiva del trabajo investigador. En este sentido, es de sumo valor el estudio de textos fenomenológicos de expertos reconocidos, sin descuidar los ejemplos y relatos centrados en las experiencias reales concretas.
Finalizamos afirmando que vale la pena invertir esfuerzos en la formación fenomenológico-hermenéutica, consolidando grupos de investigadores que puedan hacer una aportación singular e insustituible en diversas áreas y disciplinas científicas, gracias a una práctica investigadora más humana y humanizadora; centrada en el mundo de la vida y en el significado de la experiencia; rescatando así y ante todo las dimensiones éticas, páticas y el sentido de la experiencia humana y social.
Cómo referenciar este artículo/How to reference this article:
Ayala, R. (2016). Formación de investigadores de las ciencias sociales y humanas en el enfoque fenomenológico hermenéutico (de van Manen) en el contexto hispanoamericano. Educación XX1, 19(2), 359-381, doi: 10.5944/educXX1.13945
Ayala, R. (2016). Social Science and Humanities Research training based on van Manen's Hermeneutic Phenomenological Approach within the Hispanic American context. Educación XX1, 19(2), 359-381, doi: 10.5944/educXX1.13945
NOTAS
1La autora de este artículo labora desde el año 2013 como docente investigadora titular y Coordinadora de Investigación de la Sede en la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador. Sin embargo, esta investigación fue llevada a cabo entre noviembre 2011 y noviembre 2012, como Proyecto de Investigación Avanzada en la Convocatoria B 2011 del Sistema de Investigación y Desarrollo de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (donde laboró hasta enero 2012).
2 Para conocer la actividad docente e investigativa de este autor, así como algunos de sus trabajos principales, se recomienda consultar su página web: http://www.maxvanmanen.com/
3 El contexto de la investigación, incluyendo la mayor parte de los participantes, es Guayaquil-Ecuador. A pesar de ello, nos atrevemos a hacer una propuesta aplicable a la región (no sólo por la propia experiencia doctoral e investigadora europea-americana), sino basada en el criterio de los expertos que se apuntan en este sentido, como veremos en los resultados.
4 Por razones de espacio, no abordamos aquí la definición y distinción entre la fenomenología y la fenomenología hermenéutica (como métodos de investigación). Para ahondar en ello, remitimos al lector a estudios como el de Laverty (2003). Por nuestra parte, siguiendo a (van Manen, 2011, versión online, traducción propia) Manen (2003), algunas veces nos referimos a su enfoque como «fenomenología» y otras como «fenomenología hermenéutica».
5 Van Manen (1942, Hilversum) recibió formación docente (Países Bajos) bajo la influencia de la Pedagogía Fenomenológica y Hermenéutica. Se doctoró en Canadá (U. de Alberta) en el año 1973. Se desempeñó como docente e investigador en la Facultad de Educación Secundaria (U. de Alberta) en métodos de investigación, pedagogía y estudios curriculares desde 1976 hasta su retiro en 2008. Actualmente es profesor emérito de esta universidad. Ver su biografía completa en: http://www.maxvanmanen.com/biography/
6 Van Manen, 2011, traducción propia del texto online recuperado de http://www.phenomenologyonline.com/inquiry/methodology/ (octubre de 2012)
7 No podemos extendernos demasiado explicando el enfoque y método vanmaniano, especialmente en investigación pedagógica, pero remitimos al lector al trabajo que publicamos hace algún tiempo (Ayala, 2008).
8 Estoy refiriéndome al contexto ecuatoriano, desde la experiencia personal como formadora en metodología de investigación a profesores universitarios guayaquileños, pero ¿tal vez pueda aplicarse esta valoración a muchos otros países, todavía hoy?
9 Cada fragmento de texto se cierra con una nomenclatura compuesta de letras en mayúsculas y un número que identifica a los participantes autores del texto seleccionado.
10 Un ejemplo, por cierto muy significativo, de esta colaboración y contribución internacional centrada en la fenomenología hermenéutica aplicada o práctica es la revista digital «Phenomenology and Practice» (http://www.phandpr.org/index.php/pandp).
11 Con un par de excepciones, en las universidades del país no existe la carrera de Filosofía, aunque en la gran mayoría de ellas -donde se ofertan carreras de humanidades y ciencias sociales- la facultad se llame «de Filosofía». Esto se comprueba fácilmente visitando los portales web de la universidades ecuatorianas.
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Raquel Ayala Carabajo
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Ecuador1
DOI: 10.5944/educXX1.13945
PERFIL ACADÉMICO Y PROFESIONAL DE LA AUTORA
Raquel Ayala Carabajo (1974, Guayaquil-Ecuador). Psicopedagoga y Doctora en Educación y Sociedad por la Universidad Autónoma de Barcelona (España, 2009) ha sido profesora a nivel de Pregrado y Posgrado en varias universidades ecuatorianas, con énfasis en la formación investigativa de los docentes universitarios. Ha dirigido y gestionado los sistemas de investigación de varias universidades y actualmente es la Coordinadora de Investigación de Sede (Guayaquil) de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador.
Como investigadora independiente, se dedica a la profundización de la metodología fenomenológico-hermenéutica aplicada y su difusión en el contexto hispanoamericano. Su investigación se centra en las experiencias pedagógicas cotidianas y esenciales (reconocimiento, esperanza, bien pedagógico, etc.).
Dirección de la autora: Urb. Brisas de Santay
MZ. C, villa 25 (Durán, km 5,5, vía Durán-Tambo)
Guayas-Ecuador
E-mail: [email protected]
Fecha Recepción del Artículo: 3. Diciembre. 2012
Fecha Modificación Artículo: 17. Junio. 2013
Fecha Aceptación del Artículo: 11. Julio. 2013
Fecha Revisión para publicación: 15. Febrero. 2016
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Copyright Universidad Nacional de Educacion a Distancia (UNED) 2016
Abstract
This research explores the theoretical-methodological and learning related conditions for introducing the hermeneutic phenomenological methodology based on Max van Manen's approach within the Hispanic context. Using the descriptive (interpretive) method and the grounded theory approach for data analysis and interpretation, interviews with academics and researchers in the humanities and social sciences and an open questionnaire to experts in the method were conducted. This study leads us to consider the centrality of the subject of education and the hermeneutic phenomenological practice, attributing, as a starting point, certain attitudes, aptitudes and skills to this subject. At the same time, this study points to the need for a context with permanent spaces for study, training, exchange and dissemination of hermeneutic-phenomenological work, preferably at universities. Education implies the focus on a lived experience from its starting point, designing a teaching-learning strategy that, while still providing the theoretical and philosophical basis, does not fall into excessive theorizing of the approach. A proper educational proposal may contribute to the emergence of research groups that provide a singular way to practice more humane and humanizing research, focused on the world of life and the meaning and sense of the experience.
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