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JUAN RAMÓN BARAT Deja en paz a los muertos Valencia, Carena, 2012.
DEL MISTERIO DE GÉLVER O EL SUEÑO DESAPACIBLE. DEJA EN PAZ A LOS MUERTOS DE JUAN RAMÓN BARAT
El escritor galardonado con el premio Ciudad de Salamanca de novela por la obra Infierno de Neón y el también recientemente galardonado creador con el premio Hache 2014 de Cartagena, precisamente por el libro que aquí nos reúne, Juan Ramón Barat Dolz (Borbotó, 1959), nos convoca cada cierto tiempo al diálogo y la reflexión de la lectura amena, directa, desprovista de velos coloristas y postizos metafóricos ofreciendo, a cambio, color y símbolos en la plenitud de su sencillez. Claro ejemplo de tal posibilidad literaria viene constatado en su trayectoria por la sólida y fundamentada basa de diversidad genérica que ha afrontado a lo largo de los años reafirmando de esta forma una realidad: el escritor no siempre es poeta y el poeta no siempre es escritor..., y cuando se es ambas cosas, el ser arquitecto-demiurgo precisa de un poderoso dominio de las artes o géneros literarios en un hondo y profundo ejercicio de sacrificio1.
A obras como Anfitrión y el otro2 (teatro), Cuentos deliciosos, 1707, el sueño perdido, Jaime I, el rey templario* 2 3 (narrativa) o El héroe absurdo, Confesiones de un saurio, Mapa cifrado, Malas compañías o La brújula ciega4 (poesía), entre otras obras en el terreno de la literatura llamada o denominada "adulta", y un amplio elenco de obras de la también denominada literatura infantil y juvenil como Poesía para gorriones, Sólo para niños, Palabra de juglar5 (poesía), Guisantillo y la estrella de los deseos o Una de indios6 (teatro) entre otras..., viene a unirse una obra novedosa, fresca, ligera en su lectura a pesar de su entreverada trama y urdimbre: Deja en paz a los muertos7.
Juan Ramón Barat, licenciado en Filología Clásica e Hispánica, docente de Secundaria y Bachillerato, en permanente contacto con el universo de las edades comprendidas entre los catorce y dieciocho años por el duro trabajo que implica enseñar a estas edades venidas en llamar "de la adolescencia" (no sabemos si tal denominación como homenaje a la demagogia o al eufemismo) ha sabido conectar con un público que en el fondo ha servido como materia de conocimiento...