Resumen: El presente artículo tiene como objetivo determinar la relación entre la agenda política y la agenda de los medios digitales en torno a la candidatura presidencial del actor populista Donald Trump del año 2016, desde el tratamiento de los medios digitales New York Times y Wall Street Journal al actor populista de derecha Donald Trump, así como también desde la cuenta oficial de Twitter, @realDonaldTrump. Como rango temporal se toma el total de la campaña, comprendido entre el 19 de julio y el 8 de noviembre del año 2016, con un corpus de 2693 unidades de análisis (1280 tweets y 1413 noticias, respectivamente). A través del análisis de contenido como método, se analiza el papel de los medios seleccionados como actores políticos durante la campaña, los principales aspectos de confrontación presentes en las agendas, la presencia de actores, construcciones temáticas y adversarios, así como también la construcción de la categoría del pueblo (desde una noción del populismo de derecha radical), en ambos soportes informativos. Se obtiene como principal hallazgo que los medios de comunicación fungen como actores políticos en este proceso al construir la imagen del candidato desde una perspectiva negativa, favoreciendo a la demócrata Hillary Clinton.
Palabras-clave: agenda setting, agenda política, populismo de derecha radical, elecciones norteamericanas, Donald Trump.
Abstract: This article aims to determine the relationship between the political agenda and the digital media agenda around the 2016 presidential candidacy of the populist actor Donald Trump, from the treatment of the digital media New York Times and Wall Street Journal to the Right-wing populist actor Donald Trump, as well as from the official Twitter account, @realDonaldTrump. The time range is the total of the campaign, between July 19 and November 8, 2016, with a corpus of 2693 units of analysis (1280 tweets and 1413 news items, respectively). Through content analysis as a method, the role of the selected media as political actors during the campaign is analyzed, the main confrontational aspects present in the agendas, the presence of actors, thematic constructions and adversaries, as well as the construction of the category of the people (from a notion of radical right populism), in both news media. The main finding is that the media act as political actors in this process by building the image of the candidate from a negative perspective, favoring the Democrat Hillary Clinton.
Keywords: agenda setting, political agenda, radical right populism, North American elections, Donald Trump.
1.Introducción y Marco Teórico
1.1.Contexto del objeto de estudio
Donald Trump es un empresario norteamericano que se desempeña como presidente de ese país desde el año 2016. Este actor político se apropió de una serie de características populistas que articuló con su ideología de derecha radical, en representación del partido republicano. Dentro de sus discursos resaltan aspectos anti-migratorios, xenófobos, conservadores, anti-socialistas y de seguridad y defensa de la nación (Chagas-Bastos, Chenou, & Orjuela, 2017). Este candidato se situaba como el menos popular ante su contendiente demócrata, Hillary Clinton. En estos procesos, jugó un papel fundamental la incertidumbre y la indecisión de cierto número de electores, lo que fue aprovechado en la creación divergencias en la opinión pública para favorecer su victoria (GarcíaMolina & Chicaíza, 2018).
Para De las Heras y otros (2017), el Twitter fue importante para la consolidación de la imagen del candidato, en cuanto a la construcción de sus agendas, mismo que aplica a la caracterización que se pretendería transmitir a las audiencias. En esto último, contribuyó el escándalo político en torno a la investigación del FBI a los correos de la demócrata Hillary Clinton y la neumonía que padeció durante la campaña, aspectos aprovechadas por Trump, quien mantenía un discurso polémico con elementos racistas y clasistas. Pese a que Trump no ganó por voto popular, sino por el sistema electoral indirecto norteamericano, obtuvo la mayoría de votos en los estados más importantes (García-Molina & Chicaíza, 2018).
El Twitter fue de suma importancia cuando Donald Trump aventajó a Clinton en parte gracias su uso en momentos de mayor debilidad de su contrincante, con estrategias de negativismo político, de desmotivación y de captación de los públicos indecisos, entre ellos latinos con derecho a voto que incidieron en los resultados. Sin embargo, "no podría afirmarse que las redes fueron, por sí solas, el motivo principal del éxito del republicano, ya que en su triunfo han de encontrarse otras razones de fondo vinculadas con el contexto político-social en el que se desarrollaron estas elecciones" (RodríguezAndrés, 2018, pp.831-832).
Entre las principales temáticas de su campaña, destacaron la construcción de un muro en la frontera con México para hacer frente a la migración ilegal, hecho que incrementó significativamente la tensión en las relaciones diplomáticas de ambos países. El candidato obtuvo mayores índices de popularidad al reafirmar los valores de su lema Make America Great Again (o el imperativo 'haz América grande otra vez', en castellano), como valores nacionalistas (Arrollo & Rodíguez, 2018).
El equipo digital de Donald Trump fue significativamente menor que el de Hillary Clinton, lo que aplica a la inversión en estrategias de uso de este canal. En parte, se relaciona al estatus que gozaba previamente el actor político a nivel mediático. La mentalidad de Trump se fundamentó en el principio de no 'malgastar' dinero en campañas en los medios tradicionales (especialmente la televisión), canales que de por sí ya le otorgaban un gran tratamiento mediático (indiferentemente lo positivo o negativo) y lo posicionaban ante esos públicos, por lo que consideró pertinente captar a los públicos digitales (Arrollo & Rodíguez, 2018). En este orden: "si hubiera tenido que pagar por las noticias que consiguió gratuitamente en las televisiones, habría tenido que gastar USD 1898 millones, cifra considerablemente más alta que la del resto de candidatos" (p.837).
Este contexto permite obtener un conocimiento general del desarrollo de Donald Trump como candidato político, partiendo de los principales elementos que condujeron a su victoria y algunos principios discursivos que lo caracterizan.
1.2.Nociones del pueblo en el populismo excluyente
Mudde (2015) define al populismo como una ideología que visualiza a la sociedad en dos segmentos, 'el verdadero pueblo' y la 'élite corrupta', en una confrontación política constante en búsqueda de la voluntad real y general del pueblo. Esta ideología emerge en el transcurso del siglo XIX, con bases de inclusión en los procesos de transformación social. De igual forma, el populismo, proviene del término popularis del latín (refiere al término de pueblo), y fundamenta su aplicación política desde el pueblo como el lema adoptado y expreso continuamente por el líder político, quien se supone al servicio de las masas y quien, a través de la redefinición simbólica del pueblo integra a grandes poblaciones (Zanatta, 2014).
El populismo de derecha como ideología política surgió como la reunión de grupos de derecha en contraposición de las políticas colectivistas típicas de un Estado permisivo -como habitualmente se concibe a ciertos gobiernos de izquierda-, que incluso aplica en contra de un liberalismo considerado para ellos fallido. Este, se caracteriza por preceptos excluyentes, racistas y xenófobos en su construcción categórica de lo que es pueblo. Para los populistas de derecha, la concepción del pueblo es ciertamente más elitista y selectiva (Mouffe, 1981).
Trump se articuló a través de un populismo con características radicales, partiendo de la identificación de adversarios a nivel político, entre ellos la ciudadanía mexicana, al resaltar las consecuencias negativas de la migración ilegal en los Estados Unidos. Asimismo, captó el descontento de ciertos sectores de ciudadanos blancos de distintos estratos sociales, en contra del status quo (o establishment, su equivalente en inglés), a cuyo caso, como enemigos se sumaban los medios de comunicación y las élites corruptas de Norteamérica. Este actor emplearía cualidades típicas del machismo para ganar adeptos, al punto de atacar desde el negativismo a su principal contendiente, Clinton, fundamentándose en su cualidad de mujer y en el hecho de ser mayor (De La Torre, 2018). El actor se posa en su éxito empresarial y de amplia trayectoria mediática.
En tal sentido, el autor establece una especie de metáfora sobre el rol autopercibido por un líder populista:
La figura del padre debe ser protectora, fuerte, sabia y responsable. Pero también transforma a los ciudadanos en niños que necesitan de su tutela y que si no obedecen al padre sabio y bondadoso, pueden ser reñidos y hasta castigados (p.187).
La existencia de líderes como Trump es concebida como una de las tantas formas de expresión de la democracia, donde los ciudadanos constituyen sus propias identidades colectivas y se manifiestan en contra de distintos enemigos o adversarios compartidos con su líder representante. En el caso de Trump, si bien establece su propia percepción excluyente del pueblo, a su vez habla de un 'nosotros', "puesto que todos somos (yo soy -con minúsculas-) el espejo donde él se refleja" (De La Torre, 2018, p.186).
Articulando forma más exacta a la naturaleza del discurso, el populismo se liga en estas prácticas a una naturaleza de asociación popular (Pereyra, 2012). Es menester evitar asociar al populismo con la antipolítica, sino más bien concebirlo como una forma de ruptura con los status quo, desde la necesita democrática de cambios en las estructuras de poder y en las prácticas de este respecto a las masas electoras. El populismo no 'crea', sino que 're-crea' o transforma la percepción de lo social. Busca homogeneizar percepciones en torno a "símbolos populares que funcionan como significantes vacíos" (p.13), busca articular cuestiones heterogéneas y ambigüedades a través de un mismo fin. En este orden, "los nombres del pueblo y del enemigo se construyen afectiva y retroactivamente" (p.13).
Si se aterriza este principio al ámbito de la política populista, se tienen en cuenta variables que movilizan a grandes grupos sociales, donde en sí mismo, el término 'populista' se emplea de forma peyorativa inclusive por quien se sitúa cualitativamente en esos parámetros. A modo de ejemplo, el Charaudeau (2009) señala que "muchas veces para la derecha, la izquierda es populista porque manipula a las clases obreras y populares; para la izquierda, la derecha es populista porque manipula a las clases medias y populares (poco politizadas)" (p.257).
La concepción populista de la construcción del pueblo suele ser a menudo dicotómica, en relación a la ideología y al contexto político específico. En tal sentido, se puede partir de binomios como pueblo-no pueblo, élite-masa (dominantes-no dominados), nosotrosellos y otros que permiten entender en cada contexto este concepto. Sobre la base de esto, el discurso populista ha sido objeto de creciente interés para sociólogos y estudiosos de las ciencias políticas y el lenguaje en contextos prácticos (Charaudeau, 2009).
1.3.Construcción político-mediática de la realidad
A lo largo del tiempo, los medios de comunicación han fungido como actores de movilización y desmovilización, a través de cuyos espacios consensuados, se difunde información que genera cambios en las actitudes y percepciones de la realidad de las masas receptoras. Los medios de comunicación de masas, en dependencia de su uso, tienen la capacidad de moldear las imágenes que tiene la audiencia respecto a un tema de la realidad, así como también determinan las temáticas a ser posicionadas y el punto de vista desde el cual se hace, así como también los elementos que se omiten u ocultan de la audiencia (McCombs 2006).
Para McCombs (2006), "la combinación de los elementos cognitivos y afectivos en el establecimiento de la agenda de atributos resucita la toma en consideración de los efectos de la comunicación de masas sobre las actitudes y opiniones" (228-229). Los medios buscan incorporar una serie de impactos emocionales y sensitivos en las audiencias y tornarlos inmersos en las realidades que a través de ellos se propagan, estableciendo una convergencia entre las opiniones compartidas en la cotidianidad con los medios como elementos regidores de tales temas. Igualmente, es necesario contemplar que "la fuerza de la opinión distingue además entre opiniones sostenidas de manera fuerte o débil, independientemente de si dichas opiniones son positivas o negativas" (p.230). A su vez, existe una preparación previa del público, en forma de guía, a los contenidos que serán establecidos por los medios: a diferencia de la creencia de que las audiencias determinan qué es o no relevante, los que lo hacen son los medios.
De forma específica, la agenda setting se conforma desde la aparición de distintos temas en los medios de comunicación y las repercusiones del tratamiento de estos en cuanto a la audiencia. Esta teoría estudia la transferencia de relevancia de los temas 'mediáticos' hacia la agenda pública o ciudadana (Guzmán y Martínez 2010).
Bajo este principio, si bien desde una visión analítica de la teoría de agenda setting los medios de comunicación son los que delimitan las temáticas a ser consumidas por los distintos públicos, también es cierto que estos deben adecuarse a las realidades socioculturales, de infraestructura, ubicación geográfica y otros elementos concernientes a estos para generar un mayor nivel de efectos esperados (Izcaray y McNelly 1975).
2.Preceptos metodológicos
Este estudio plantea como pregunta de investigación "¿de qué forma se relacionan las agendas política y mediática en torno a la campaña a la presidencia de los Estados Unidos de América de Donald Trump?", para lo cual se determina como objetivo principal determinar la relación entre la agenda política y la agenda de los medios digitales en torno a la candidatura presidencial del actor populista Donald Trump del año 2016. Esto, será posible posterior a identificar las características de cada agenda por separado y luego congeniar las principales relaciones entre ambas.
Como precepto metodológico cuantitativo (Hernández-Sampieri, Fernández, & Baptista, 2014), se toma el análisis de contenido, método que, a través de una serie de mediciones numéricas en torno a un fenómeno, permite generar conclusiones precisas surgentes de la correlación entre variables específicas (Cea, 2001). Ello será posible a partir de la elaboración de un manual de codificación que aglomere las principales características a evaluar del candidato político en la agenda de dos medios norteamericanos; New York Times y el Wall Street Journal, así como también de su cuenta oficial de Twitter @ realDonaldTrump, que cuenta con una amplia gama de seguidores, al tratarse de una figura con amplia trayectoria mediática y empresarial en los Estados Unidos de América. Una vez recopilado un corpus noticioso representativo del hecho político, se llevaría a cabo su análisis en el programa IBM SPSS Stastistics.
El manual de codificación comprende una serie de variables de análisis que permiten evaluar el tratamiento mediático otorgado al candidato Donald Trump de cara a la presidencia de los Estados Unidos del 2016. Se conciben cuestiones como el tono del titular y de la noticia, el enfoque del candidato, la presencia o ausencia de material gráfico y/o audiovisual, etc.; además de cuestiones temáticas, de extensión y tendencia de la noticia y se analizan criterios de uso del Twitter del candidato, desde el tratamiento a su rival, Hillary Clinton, la construcción de la categoría del pueblo, etc. El corpus está compuesto de un total de 2693 unidades de análisis, que a su vez se dividen en 1280 Tweets y 1413 noticias de los diarios New York Times y Wall Street Journal. Dicho compendio comprende la totalidad de la campaña, entre el 19 de julio y el 8 de noviembre del 2016. El total de variables a analizar -sin contar las variables cadena-, es de 25.
3.Análisis de resultados
Dentro del presente acápite, se analizan los principales hallazgos en materia de relación de características de la agenda política y la agenda mediática de las elecciones a la presidencia norteamericana del año 2016; donde se toma como variable independiente, a la hora de realizar los cruces, al tipo de unidad de análisis: tweet y noticia, respectivamente, para relacionarlo a distintas variables analíticas que deriven de los objetivos del proyecto y permitan responder a la hipótesis planteada. En este orden, a continuación se sitúan los resultados, que serían analizados desde cada soporte y desde su relación posterior.
Al tomar en cuenta el primer cruce, se evidencia la relación del 99% de significatividad, según el Chi-cuadrado, entre el tipo de unidad de análisis y el tono del mensaje emitido. Es posible destacar el carácter predominantemente descalificador de las unidades de análisis, donde el 37,5% de los tweets contienen mensajes negativos por parte de Donald Trump, mismo que aplica al 41,9% de las noticias que se construyen bajo un precepto de descalificación al para entonces candidato a la presidencia. De igual modo, las noticias tienden a ser irónicas en un 22,5% de los casos (frente a un 9.5% en los tweets) y el 27,3% de los tweets positivos (en solo 7,4% de las noticias aplica tal cualidad). En este sentido, se evidencia que ambas agendas comparten una cualidad descalificadora en sus naturalezas, pese a que el candidato pueda tener un poco más de ¼ parte de los mensajes como positivos.
En segundo lugar, se evidencia igualmente un 99% de significatividad de relación entre el tipo de unidad de análisis y la tendencia, donde es necesario partir de la naturaleza de cada agenda para comprender los resultados. En primer término, dentro de la agenda política se presenta que un 33% de los mensajes son a favor de Trump, donde de igual manera se presenta un 0% de mensajes a favor de su contendiente, Hillary Clinton; esto, va de la mano con el 28,6% de tweets en contra de la candidata demócrata.
Igualmente, un 45,9% de las noticias de los diarios New York Times y Wall Street Journal se componen bajo una perspectiva de contraposición a Hillary Clinton, seguido de un escaso 2,6% explícitamente en contra de dicha contendiente demócrata. Ello, se sustenta al existir solo un 9% de noticias que favorezca al actual mandatario norteamericano y un 10% de casos donde favorece explícitamente a Clinton. Ello, permite establecer la inclinación de los medios a desprestigiar al candidato republicano y a favorecer a su contraparte, lo cual permite inferir, en primer término, la presencia de una pugna política entre Trump y los medios.
En tercer término, se presenta igualmente un 99% de significatividad de relación entre el tipo de unidad de análisis y el tema, expresado en el Chi-cuadrado. En este sentido, al examinar a profundidad los datos, un 31,7% de los casos aplicados al Twitter, corresponden a mensajes de campaña de Trump, frente a solo un 7% de noticias compuestas bajo este criterio. De igual manera, un 38% de las noticias se constituyen bajo un propósito de despreotigio a Trump, ensenaras soío un n,9% de los tweets cumplen esta función. Ello, da muestra de las inclinaciones e intereses de cada agenda; en el caso de la política, el candidato busrse posicionnr su imagen; en еУ cano de la mediática, los diarios opEne por desprestigi ario. De igual modo, este principio lo sustenta e0 dato del 22,3% des oaso du los tweets que desprestigi an a Clinton y de tan solo 7,4 % de las noticias que hacen eo cmsmo (esta últinna cifra, muy lejana al 38% ya citado de nseicias que devalúa la imagen de Tcump).
Manteniendo la tendencia de los resultados obtenidos, con igualmente un 99% de significatividad, se presenta la relación entre el tipo de unidad de análisis y cómo se caracteriza el candidato. De este modo, se obtiene una predominancia del parámetro confrontativo, donde un 29,9% de las noticias presentan al candidato de este modo, mismo que aplica al 28% de los tweets en los que el candidato construye el mensaje bajo esta cualidad. De igual manera, situándose en la cualidad carismática, en el 25,7% de los tweets presentan a Trump como carismático, frente a un 7,6% de las noticias que realzan esta cualidad en el mismo.
En otro orden, la promoción se hace presente en un 13% de los mensajes que tienen naturaleza netamente de campaña, cercano al 10,9% de las noticias que cumplen con este parámetro. Al igual que en los cruces anteriores, aquí resalta la cualidad confrontativa del candidato, bajo una mirada sesgada de los medios de comunicación y partiendo de las cualidades del candidato en su agenda política.
Ahora, aterrizando el análisis en criterios de profundización del populismo en las agendas, se presenta que existe un 99% de significatividad al relacionar las variables de tipo de mensaje y tipo de pueblo que se construye en el mensaje. En este orden, en un 25,7% de los tweets se presenta un pueblo inclusivo, en tanto se determina que Donald Trump apela; o bien a la integración, o bien a la generalización del pueblo norteamericano en sus mensajes de campaña, bajo la construcción discursiva de un imaginario que reformula la visión del pueblo norteamericano, desde un 'nosotros' (we are).
De igual manera, situándose en el valor más predominante para el caso de las noticias , es posible destacar l a interpretación medi ática de la construcción del pueblo por p arte de Trump como ' exclusiva' en un 18,8% (en comparación a un 1 0,9% de casos para los tweets), donde se excluye de forma implícita a los seguidores de Clinton; mientras que de forma explícita se apela a la discriminación a partir de criterios de inclinación polílica o clase, el pueblo es 'excluyente' en un 13% de los casos para el Twitter y 10,9% para las noticias. Entonces, los medios de comunicación construyen a un Trump más excluyente de lo que se evidencia en su agenda política por sí sola (muestra de un sesgo neg ativo en su tratamie nto).
En otro orden, en lo que respecta a la presencia de actores, se presenta un 99% de significatividad al relacionarla con el tipo de unidad de análisis, donde si bien en un 41% de los tweets y 14,6% de las noticias no se identifica adversario para Trump, es posible situar a Hillary Clinton como quien principalmente cumple este rol en los mensajes; 26,1% de casos para los tweets y 34,5% para las noticias.
Si se examina a profundidad el 41,4% de los casos en los que no se identifica adversario en el Twitter, sería posible hilarlo a la potencial naturaleza de campaña de los mensajes del actor político en su cuenta @realDonaldTrump, que va de la mano con criterios propios de su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos de América. Sin embargo, es de interés resaltar el 5,7% de veces de casos en los que, en su agenda, Trump confronta abiertamente a los medios de comunicación, frente a un 2,1% de noticias que se presenta esta situación de forma expresa en el mensaje; más allá de la pugna evidente entre ambas agendas, resultado constante a medida que se presentan los resultados.
Como penúltimo cruce se presenta n las variables de tipo de unidad de análisis y la principal cualidad antipopular, que igualmente evidencia un 99% de significatividad, derivado del Chi-cuadrado. De modo específico, obviando los casos en los que no aplica tal criterio, en un 24,7% de los tweets, Trump se caracteriza como confrontativo (mientras que el medio lo cualifica como tal en un 13,5% de sus noticias). Ello es seguido del 21% de tweets en los que se presenta como prepotente, cifra cercana al 19,3$ de los casos para las noticias. Otro elemento a destacar, y que es posible que se relacione a la confrontación de Trump hacia ClinCan, es el 9,3% de neticias en las que su principal cualidad es machista, fre nte al 6^497 de los casos p ara el Twitter. Resalta el escándalo con las majeres qde coafrostaron al candidato bajo acusaciones de acoso. Estos resultados, muesftan a un eandidato con cualidades negativas para ambas agendas, aunque exista una tanslencia más dara a optar al ne^tivismo en los medios ds comumeación.
4.Conclusiones
Partiendo de los hallazgos obtenidos a través del procesamiento de las noticias de los medios digitales New York Times y Wall Street Journal, y los tweets emitidos desde la cuenta @realDonaldTrump del 19 de julio y el 8 de noviembre de 2016, temporalidad correspondiente a la campaña a la presidencia de los Estados Unidos, es posible responder a la pregunta de investigación. En primer término, se debe destacar que, los medios de comunicación posicionan la campaña de Trump desde una visión negativa y resaltando cualidades antipopulares del candidato, donde se infiere que de esta manera se pueda generar una visión en la audiencia de la misma naturaleza. Ello habla de los intereses implícitos de los medios y de la pugna con el actual mandatario norteamericano, quien de igual manera confronta a estas instituciones en su agenda política. Otro elemento en común entre las dos agendas es la visión del pueblo excluyente y exclusivo que se ve manifiesta en los mensajes; más allá de que Trump, a través de la generalización, apele a un pueblo inclusivo, pero igualmente bajo una visión nacionalista y reformativa del imaginario del pueblo norteamericano. Si bien la visión del pueblo puede variar en cuanto a su categorización, no se desprende de una visión nacionalista y excluyente, propia del populismo de derecha radical, ello en tanto pocas veces se apela a los sectores excluidos (criterios económicos, raciales, etc.) en cualquiera de las agendas.
Un aspecto característico y diferenciador de cada agenda es el tratamiento hacia Clinton, donde se presenta en la agenda de los medios digitales desde un punto de vista positivo, en comparación a cómo construyen estos la imagen de Donald Trump en sus noticias. Sin embargo, Donald Trump confronta a Hillary Clinton a menudo en su agenda política, sea resaltando alguno de los escándalos políticos en los que se vio envuelta la familia Clinton, desprestigiando su figura política o deslegitimando el criterio de sus potenciales votantes. En esto, converge la confrontación como elemento compartido entre las agendas, aunque los actores, adversarios y temáticas sean enunciados desde sus propios intereses.
La campaña a la presidencia de los Estados Unidos se dota de elementos propios del populismo de derecha radical y del negativismo, a través de la identificación de adversarios políticos y del resaltado de las cualidades negativas del otro para devaluar su imagen y así posicionarse. No obstante, de igual forma se hace énfasis en la potencial cualidad carismática de los mensajes de Donald Trump como otra cara de la moneda que se hace presente cuando este se dirige a sus simpatizantes o busca abarcar la nación norteamericana, ya sea desde una visión impersonal o como un todo, desde un 'nosotros'. La metodología utilizada en este estudio abre la posibilidad de analizar el contexto actual de las elecciones a la presidencia norteamericana 2020 y con ello poder visualizar las diferencias y semejanzas con el nuevo contendiente demócrata, Joe Biden.
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Abstract
Abstract: This article aims to determine the relationship between the political agenda and the digital media agenda around the 2016 presidential candidacy of the populist actor Donald Trump, from the treatment of the digital media New York Times and Wall Street Journal to the Right-wing populist actor Donald Trump, as well as from the official Twitter account, @realDonaldTrump. Through content analysis as a method, the role of the selected media as political actors during the campaign is analyzed, the main confrontational aspects present in the agendas, the presence of actors, thematic constructions and adversaries, as well as the construction of the category of the people (from a notion of radical right populism), in both news media. The main finding is that the media act as political actors in this process by building the image of the candidate from a negative perspective, favoring the Democrat Hillary Clinton. El Twitter fue de suma importancia cuando Donald Trump aventajó a Clinton en parte gracias su uso en momentos de mayor debilidad de su contrincante, con estrategias de negativismo político, de desmotivación y de captación de los públicos indecisos, entre ellos latinos con derecho a voto que incidieron en los resultados.
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Details
1 Universidade de Santiago de Compostela, 15782, Santiago, España
2 Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede Ecuador, 170201, Quito, Ecuador
3 Universidad Politécnica Salesiana, 150517, Quito, Ecuador