Abstract: L'articolo ripercorre le origini e lo sviluppo di «Arenal. Rivista di Storia delle Donne», incentrata su un'analisi critica e una riflessione relative all'esperienza storica delle donne, ai rapporti sociali di genere e ai processi di trasformazione sociale. Esso esplora i dibattiti iniziali sugli obiettivi e le risorse, il suo rapporto col femminismo accademico e con le tendenze storiografiche internazionali. Esamina inoltre gli approcci concettuali e i temi che hanno ispirato monografie e studi nel corso dei suoi 25 anni di esistenza.
This article addresses the origins and development of «Arenal. Journal of Women's History» as a research journal focusing on a critical analysis and reflection on the historical experience of women, the social relations of gender and processes of social transformation. It explores the initial debates on objectives and resources, and the relationship to academic feminism and international historiographical trends. It also examines the conceptual approaches and themes that have shaped monographs and studies throughout its twenty five years of existence.
Keywords: Arenal, rivista di storia, storia delle donne, femminismo, genere, storiografia; Arenal, revista de historia, historia de las mujeres, feminismo, género, historiografía; Arenal, history journal, women's history, feminism, gender, historiography.
«Arenal», la primera Revista de Historia de las Mujeres editada en España, vio la luz en el año 1994 por la iniciativa de un grupo de historiadoras de diversas Universidades españolas. Surgía como parte, y manifestación al tiempo, del movimiento impulsado por muchas profesoras, Seminarios y Asociaciones universitarias que, desde la década de los años 80 del siglo pasado, compartían el afán por transformar un conocimiento que había excluido a las mujeres como sujetos de conocimiento, como objeto de indagación y como transmisoras de los contenidos de la ciencia.1
Nació como una revista académica de investigación, análisis y reflexión en torno a la experiencia histórica de las mujeres, las relaciones sociales de género y los procesos de transformación social, abierta a las nuevas aportaciones conceptuales y metodológicas desarrolladas desde los presupuestos teóricos del feminismo y los Estudios de las Mujeres. Una revista académica que también fuese útil para las mujeres (individuales y organizadas en colectivos) deseosas de conocer su pasado.
De carácter semestral, se publica desde sus inicios en la Editorial de la Universidad de Granada (Eug), está dirigida por el Equipo Arenal -un grupo de historiadoras de diversas Universidades españolas-2 y se residencia en el Instituto de Investigación de Estudios de las Mujeres y de Género de la Universidad de Granada, cuya infraestructura ha sido fundamental para el funcionamiento de la misma. Editada en papel hasta 2013, hoy es una publicación on line, de acceso abierto, alojada en el Portal de Revistas de la Universidad de Granada, estando indexada en las principales bases de datos internacionales.3
Cada número de la Revista consta de cuatro apartados: un Dosier, que aborda un tema específico elegido por el comité de Redacción y que marca la impronta de ese número; un apartado de Estudios, integrado por artículos de temática y épocas históricas diversas; una Sección de Textos dedicada a documentos inéditos escritos por mujeres o sobre mujeres, y una sección con reseñas sobre publicaciones, tesis doctorales, congresos, etc. Su estructura ha permitido establecer debates con profundidad sobre los temas elegidos para el dosier, dar acogida a investigaciones específicas y rescatar voces de mujeres y documentos útiles para la investigación y la docencia.
¿Cómo surgió y con qué objetivos? ¿Cuál ha sido su relación con los Estudios de las Mujeres? ¿Qué temáticas ha abordado? ¿Cuál ha sido su evolución? ¿Cuáles son sus retos actuales?
1.«Arenal», un espacio propio para legitimar y prestigiar la Historia de las Mujeres
La creciente presencia de mujeres -feministas- en las Universidades españolas desde la finales de la década de los años 70 del siglo pasado provocó una nueva reflexión, otra mirada a la Historia. El feminismo académico que comenzó a producir en esas décadas un pensamiento propio en la filosofía, antropología, el arte o la literatura, contó con una potente e innovadora corriente en las áreas de Historia en diversas Universidades españolas.4 Los Coloquios y Jornadas de Estudios de las Mujeres que se sucedían en esos años tuvieron en la Historia un destacado campo de investigación.5 Los debates eran intensos. Del rechazo a los conocimientos históricos parciales y sesgados se daba paso a la demanda de nuevos conocimientos libres de sexismo; de la crítica a los elementos sexistas encubiertos en la teoría y en la recogida e interpretación de las fuentes se pasó a la búsqueda y creación de teorías, conceptos y metodologías nuevos que permitiesen incorporar la experiencia de las mujeres y transformar el conocimiento histórico conocido.
En ese estimulante contexto, en el año 1991, se fundaba la Asociación Española de Investigación de Historia de las Mujeres (AEIHM),6 y fue en su seno donde surgió el equipo que dio vida a «Arenal».
«Arenal» llevó un largo tiempo de gestación. Los primeros debates sobre su posible estructura, temática y funcionamiento datan del otoño de 1991. ¿Qué contenido debía de tener? ¿Cuál sería el marco teórico de referencia? ¿Cómo seleccionar los trabajos? ¿Cómo entender la calidad científica desde una perspectiva feminista y renovadora de la Historia? En todas esas preguntas latía el deseo de legitimar la Historia de las Mujeres a través de un recurso que había sido utilizado por aquellos movimientos intelectuales y académicos contemporáneos que tenían un proyecto renovador y singular: la creación de una Revista con perfil propio que visibilizase y prestigiase investigaciones que carecían de espacio en otros medios y contribuyese a una profunda renovación de la Historia.
Por ello entre sus primeros objetivos figuraban cubrir la carencia de publicaciones académicas específicas, ser plataforma de debate metodológico para las diferentes áreas de la Historia de las Mujeres, facilitar la difusión de los estudios realizados, ofrecer un espacio adecuado para la investigación y la docencia en la historia de las mujeres e incorporar nuevos horizontes y perspectivas desde su relación con otras disciplinas.
Entre los años 1991 y 1993 fue perfilándose un modelo de Revista que aspiraba a convertirse en plataforma de debate y análisis histórico que, a la vez que incorporase nuevos presupuestos teóricos y metodológicos, cuestionase los supuestos tradicionales que habían excluido e invisibilizado la experiencia histórica de las mujeres. No era fácil. Ocupar espacios negados durante siglos pasaba por descubrir las quiebras y ambigüedades del proyecto hegemónico, por denunciar su naturaleza e incorporar una perspectiva de transformación y emancipación. Pasaba también por establecer alianzas con los demás ámbitos del feminismo académico y con aquellos historiadores comprometidos con la Historia como proyecto transformador.
Entre las pautas que debían de regir su contenido y funcionamiento se dio especial relevancia a algunos aspectos que marcaron una línea propia y algunas de sus señas iniciales de identidad. El primero era el acusado carácter teórico y metodológico que aspiraba a tener, conscientes de las carencias existentes en la historiografía española y de la necesidad de contar con un marco interpretativo nuevo capaz de incorporar a las mujeres a los análisis históricos. El segundo, su apuesta decidida por contemplar de manera específica la variable género, observando con ello la temprana recepción y aceptación del género como categoría analítica entre las historiadoras del Equipo Arenal.' El tercero fue su vocación interdisciplinar al ofrecerse como tribuna a otros ámbitos interdisciplinares afines. Con ello se reconocía la necesaria interrelación entre los diversos campos de los Estudios de las Mujeres.
También había que definir el espacio geográfico-cultural preferente, privilegiando, en un primer momento, los estudios referidos al espacio europeo y mediterráneo, aunque sin olvidar la vocación universalista que caracteriza a los Estudios de las Mujeres. Es significativa esta elección espacial primera, mucho más porque el paso del tiempo ha hecho que se incorpore de forma muy activa el área iberoamericana.
Por ultimo, y de nuevo con la intención de legitimar la Historia de las Mujeres y la propia Revista, se incorporaron un conjunto de criterios en la composición y funcionamiento de la Revista, y en la selección de los artículos, que asegurasen las exigencias de calidad propias de las publicaciones científicas. Por eso, desde sus inicios, todos los artículos publicados en «Arenal» han contado con la evaluación positiva de dos personas expertas y en sus normas de edición se han incorporado los elementos requeridos habitualmente para las Revistas científicas (resumen en español e inglés, palabras clave, sumario, etc.).
Pero en esos momentos había un tema clave a dilucidar ¿quien aseguraba la calidad de estos trabajos si no existía un área específica o una escuela reconocida y con peso específico en el panorama académico español? Había que instituir formalmente ese grupo, como ha sucedido con la creación de tantas Revistas innovadoras de Historia o del ámbito social. La propia estructura de «Arenal» venía a suplir esa carencia, y con su institución se creaba formalmente un grupo de especialistas en Historia de las Mujeres que se reconocían entre ellas con capacidad y autoridad para opinar sobre la calidad de unos trabajos que, como bien se señalaba al comienzo, tenían dificultades para ser publicados en otros medios.8
De ahí que, junto a la dirección y el Comité de Redacción, encargados del funcionamiento de la Revista, se diese especial relevancia a una Comisión de Asesoras/es expertas en Historia de las Mujeres y Estudios de Género de reconocida trayectoria como expresión de la existencia de un grupo potente, reconocido, con amplia trayectoria internacional que pudiese avalar la calidad de cualquier trabajo que aquí se publicase. La vocación internacional y la afirmación de la existencia de una escuela propia y reconocida en Historia de las Mujeres se plasmó en la composición del Consejo Asesor con una amplia nómina de reconocidas/os historiadoras europeas y americanas.9
Ese tiempo de gestación fue un tiempo de aprendizaje entre nosotras, de negociaciones con las instituciones y de alianzas con colegas, mujeres y varones, que nos ayudaron en los primeros compases.
2.Nombrarla para crearla: «Arenal», un nombre singular para un movimiento colectivo
También el nombre de la Revista fue objeto de una amplia reflexión en la que se barajaron desde nombres históricos o mitológicos de mujeres a referencias colectivas,10 aunque, finalmente, la singularidad de «Arenal» y su significado polisémico terminó por considerarse más idóneo a los objetivos de la publicación.
Con ese nombre, «Arenal», quisimos significar el propio carácter de la revista. «Arenal», por Concepción Arenal, la mujer singular, la pionera que en el siglo XIX fue capaz de enfrentarse con las añejas, anquilosadas y misóginas estructuras universitarias españolas. También «Arenal», como metáfora, por la multitud de mujeres anónimas que, al igual que las arenas, en constante e imperceptible movimiento, forman y transforman las dunas y cambian el paisaje del desierto. El nombre de una mujer singular para un movimiento colectivo.
Muchos de estos primeros presupuestos se plasmaron en el contenido de su primer número que, en su conjunto, reflejaba la orientación, objetivos y aspiraciones de la Revista. En el texto de Presentación de la Revista firmado por sus directoras se reconocía el papel desempeñado por la Historia de las Mujeres en la recuperación de su memoria colectiva y en la revisión crítica, más global, de nuestro conocimiento histórico:
La historia de las mujeres ha desempeñado un papel significativo en la recuperación de la memoria colectiva de las mujeres, pero también en la revisión crítica, más global, de nuestro conocimiento histórico. Gracias a ella ha cambiado de forma substancial en nuestra historiografía reciente la manera de identificar y analizar la materia histórica.11
Ello se reflejaba en un dosier sobre la revisión teórica y metodológica de la Historia de las Mujeres en Europa, como expresión de la vocación internacional de la Revista. Y en la sección de Estudios se iniciaba una línea que se ha ido consolidando como otra seña de identidad de «Arenal», la recuperación de la voz y la experiencia de mujeres singulares que han contribuido, en su tiempo y circunstancias específicas, a quebrar modelos, a expresar quejas o a hacer propuestas sobre la vida de las mujeres. En este número le correspondió, por pura lógica, a la mujer que daba nombre a la Revista, a Concepción Arenal, a la que se dedicaron los Estudios, los textos y la imagen de esa primera portada.12
3.Una mirada a su trayectoria. Enfoques y temáticas
«Arenal» ha mantenido su edición semestral de forma estable y sostenida, a pesar de los problemas de financiación y de edición habidos a lo largo de estos más de veinticinco años. Su estabilidad ha sido fruto de varios factores. El primero, la solidez y cohesión del Equipo Arenal, que ha sabido mantener buena parte de su equipo inicial y ha ido incorporando nuevas historiadoras. El segundo, el apoyo de la Universidad de Granada donde se edita la Revista. El tercero, el creciente número de historiadoras e historiadores, senior y junior, que nutren con su investigación la Revista, y, por último, su posicionamiento en las bases de datos que le aportan un mayor prestigio formal y un mayor reconocimiento en el ámbito de la Historia y en las instituciones de evaluación.
Las dificultades de estos años han tenido que ver, sobre todo, con los problemas de financiación al dejar de ser subvencionada por los organismos oficiales de igualdad, como el Instituto de la Mujer, que dejó de apoyar las Revistas, lo que provocó ciertos cambios. Uno de ellos, que dejase de editarse en papel; otro, que el equipo tenga que realizar, a menudo, reuniones virtuales para la aprobación y diseño de los distintos números. También entre estas dificultades y adaptaciones figuran los esfuerzos realizados en estos años por lograr su inclusión en las bases de datos internacionales, conscientes de los obstáculos que tiene una revista de Historia de las mujeres publicada básicamente en español (aunque abierta al inglés, francés, italiano y portugués) para estar en los niveles más altos de las mismas, pues los parámetros que se siguen no tienen en cuenta otros impactos académicos, sociales y culturales que no sean los reducidos del sistema de citación que cada una incluye.
Pero sobre todo ha sido su capacidad para incorporar y trazar nuevas temáticas o presentar nuevos enfoques lo que ha permitido consolidarse como referente de las Revistas de Historia de las Mujeres en lengua española. Aunque es muy difícil hacer un balance general de todo lo tratado en estos años, si podemos observar grandes ejes que expresan líneas prioritarias, las preocupaciones metodológicas, etc., y que trazan un interesante panorama de lo que ha sido la producción historiográfica feminista de las últimas décadas en España.
En la lectura de los quinientos artículos publicados se observan esas grandes líneas temáticas y metodológicas que, veinticinco años después, señalan una trayectoria singular. Los trabajos publicados permiten un análisis de las tendencias que han marcado, al menos en parte, la Historia de las Mujeres en España.
3.1.Procesos de apropiación del espacio público
La conformación del espacio público, las ausencias y presencias en el mismo, su valor real y simbólico, así como la reflexión de las diferencias entre lo público y lo político a lo largo del tiempo histórico, han estado presentes en muchos de los artículos publicados. En ese contexto se ha indagado sobre los procesos de apropiación de las mujeres de esos ámbitos, sus limitaciones y estrategias para estar y lograr visibilidad, prestigio y reconocimiento, así como el carácter de la "agencia" de las mujeres.
Este interés ha ido paralelo a los debates habidos en la sociedad española, y en particular en el movimiento feminista, sobre el acceso de las mujeres al espacio público y en torno a conceptos como igualdad, paridad, autonomía de las mujeres, etc. La investigación sobre cómo las mujeres se han relacionado con dicho espacio real y simbólico, cómo éste se ha constituido social, política y urbanísticamente, los discursos y mecanismos de exclusión e inclusión, o la acción de las mujeres para ocuparlo, transgredirlo o transformarlo, etc. han constituido algunos de las aspectos abordados.
Pero también se observa una interesante evolución en los enfoques de su análisis a lo largo de estos años de vida de «Arenal». De los estudios que ponían el énfasis en el peso de las estructuras patriarcales y la limitación de las mujeres para estar en ese ámbito, se ha dado paso a otros que resaltan la agencia de las mujeres a través de su acción y estrategias. Se han buscado las formas de empoderamiento, el matronazgo, las estrategias diversificadas de las mujeres para acceder al espacio público, los momentos de regulación de conflictos, los consensos, etc.
La importancia de este eje temático se refleja en la temprana aparición del dosier Mujeres y ciudadanía en el año 1995.13 Desde entonces, la noción de ciudadanía y sus transformaciones por la interacción con las mujeres ha sido objeto de estudios que han puesto en valor la acción individual o colectiva de las mujeres y los cambios producidos en espacios y nociones como fruto de la misma.14 Esa acción en el espacio político también ha sido tratada en otro dosier más reciente bajo el título Mujeres a la izquierda: culturaspolíticasy acción colectiva, centrado en la España del siglo XX y en mujeres encuadradas en organizaciones socialistas, comunistas y anarquistas.15
Esta línea no se ha limitado al mundo contemporáneo. En Benefactoras y filántropos en las sociedades antiguas se muestra cómo las mujeres helenísticas y romanas utilizaron otros mecanismos para lograr un protagonismo cívico en sus ciudades y entre sus conciudadanos que provocó cambios en el modelo tradicional de la ciudad y en su identidad y memoria.16 Se trata de mujeres que actuaron desde los márgenes, pero su impronta en la arquitectura urbana, en las relaciones cívicas y en la imagen e identidad de las ciudades, así como el ejercicio de poder económico, social y cívico por ellas desplegado, constituyó un proceso tan singular que es definido con un concepto propio, el de «matronazgo».1' También el dosier Mujeres, paz y regulación de conflictos hace ver el contradictorio equilibrio mantenido por las mujeres entre la defensa de los valores de la guerra-varón que protege a la comunidad y su papel de género como creadoras y cuidadoras de vida, pero también la ruptura, en muchos momentos históricos, de ese equilibrio en defensa activa de la paz.18
3.2.Reconocer las voces de las mujeres, construir genealogías
Unidos, en cierto modo, a la capacidad de acción de las mujeres como agentes de cambio, «Arenal» ha incorporado en estos años un elevado número de trabajos que responden a otra tendencia consolidada también en la historiografía feminista, la de rescatar la voz, la experiencia singular, los itinerarios vitales y la memoria de algunas mujeres en un intento de establecer genealogías femeninas tantas veces negadas en el registro patriarcal. También a lo largo de los años se han producido cambios de enfoque en su tratamiento con reflexiones generales y particulares sobre noción de «experiencia» o la progresiva incorporación de la perspectiva de la historia cultural. En «Arenal» encontramos biografías generales o trazos biográficos de ciertas mujeres y reflexiones metodológicas sobre cómo construir la memoria colectiva a partir de las memorias individuales o de reconocer voces individuales en el conjunto de la polifonía femenina.
El dosier dedicado a Trayectorias individuales y memoria colectiva: Biografías de género fue claro exponente de la recepción por parte de «Arenal» de esta preocupación en la investigación de la Historia de las Mujeres.19 Desde el mundo antiguo hasta hoy, las mujeres, o algunas entre ellas, han dejado su opinión y su criterio en forma de poesía, ensayo, novela, cartas, o los han plasmado en obras de arte, y lo han hecho como expresión de su propia experiencia individual o como fruto de la reflexión o de los acuerdos colectivos, explícitos o no, entre mujeres, sobre todo cuando hablamos del movimiento feminista. Los diversos caminos transitados por las mujeres para pasar de la palabra individual al movimiento organizado, a la reflexión de la experiencia colectiva, han sido objeto de numerosos estudios en el intento de aproximarse a los mecanismos de construcción de la conciencia de género, del «nosotras las mujeres».
Las prácticas culturales a través de sus diversas manifestaciones -orales, artísticas, escritas, etc.- han sido abordadas en nuestra Revista con la intención de ofrecer perspectivas novedosas para su interpretación. Así en Historia de las mujeres y fuentes orales se profundizaba sobre el método biográfico, la memoria de las mujeres y la investigación histórica a partir de dichas fuentes,20 y en La Historia en la ficción literaria. Fuentes literarias para la Historia de las mujeres se hicieron interesantes aportaciones sobre el uso del discurso literario y el relato historiográfico.21
La carencia de datos sobre muchas de estas vidas ha sido subsanada, aunque limitadamente, por el recurso a los fragmentos de vida que iluminan esporádicamente su invisibilidad. La dificultad en la reconstrucción biográfica también se da en el caso de mujeres que tuvieron una mayor impronta en el ámbito político, sindical o cultural, por cuanto que la memoria y las fuentes históricas se han resistido a registrar la experiencia de las mujeres.22
Los artículos publicados sobre aspectos de la vida de mujeres singulares tuvieron su inicio, como ya hemos señalado, en el volumen primero de «Arenal» con la vida y obra de Concepción Arenal, como homenaje por habernos prestado su apellido y como reconocimiento por su significado histórico. Desde entonces se han ido incorporando otras personalidades relevantes por su práctica intelectual, política, feminista, sindical o humana. Entre esos nombre están los de Federica Montseny, la líder anarquista que fue la 1° ministra de España durante la II República; Dolores Ibarruri, la líder comunista convertida en símbolo de la resistencia durante el franquismo; Simone de Beauvoir con motivo de la conmemoración del cincuenta aniversario de la edición de El Segundo Sexo, a las que se han sumado otros itinerarios vitales de mujeres españolas, europeas y latinoamericanas.
3.3. Lenguajes de la representación material
Los lenguajes de la representación material, arqueológica, artística o arquitectónica, como parte de los modelos y prácticas políticas, sociales y culturales en los distintos momentos de la Historia también han sido incorporados a los análisis de «Arenal». A través de ellos se profundiza e incide en campos que hasta hace muy poco tiempo habían sido considerados de la exclusiva competencia de los varones, como por ejemplo la arquitectura y la creación del paisaje urbano. Frente a esa consideración tradicional el dosier Mujeres y arquitectura23 reconoce y visualiza el papel ejercido por las mujeres como promotoras de arquitectura pública cívica y religiosa a lo largo de la Historia, implicadas en remodelaciones y ordenación de espacios, o como arquitectas, apreciando que las asignaciones y actitudes de los diferentes géneros no funcionan dicotómicamente sino que están abiertas a frecuentes y continuos trasvases.
La reflexión sobre la materialidad arquitectónica de la memoria social de las mujeres nos lleva hasta la Grecia helenística, a través de la documentación arqueológica y textual, con un recorrido por las diversas formas y significados que adquirieron los lugares de memoria femenina, entendiendo como tales tanto los creados expresamente para su reconocimiento público, como los generados por su propia agencia. En este sentido el dosier Vestigia feminarum pone en valor las nuevas posibilidades de análisis, desde la arqueología, con la redefinición de los espacios domésticos, las imágenes funerarias, las mujeres como iconos políticos y otras formas de representación social.24
3.4. Transgresiones de género y espacios de libertad
También la preocupación por la producción, recepción y uso de productos culturales por parte de las mujeres ha tenido su espacio en nuestra Revista en estos años, relacionados en muchos casos con formas de transgresión y distintos modos de expresar o lograr cotas de libertad.25 Los dosieres Mujeres viajeras, peregrinas, aventureras, estudiosas y turistas26 o Mujeres bohemias. Ocio, modernidad y resignificación identitaria2 representan, cada uno con su particular orientación, estas tendencias.
Viajar y narrar lo visto y vivido, desplazarse por territorios alejados del lugar de residencia, describir paisajes geográficos y humanos con ojos de mujer ha sido una práctica alejada del canon de comportamiento femenino. Por razones militares, económicas y administrativas, sin olvidar el afán por satisfacer la curiosidad intelectual, los traslados masculinos han sido frecuentes, pero no así los de las mujeres.28 Desde Egeria, la primera cristiana que escribió un relato de su viaje desde Occidente a Oriente a las viajeras de los inicios del siglo XX, el cambiar de país ayudó a estas mujeres para rasgar sutilmente con el canon estereotipado de mujer fijado por el discurso tradicional. La difusión de sus experiencias por diferentes lugares del mundo sirvió para que otras mujeres traspasaran los límites de su reducido espacio o para que su saber pasara a los ámbitos educativos, para fomentar una enseñanza del entorno respetuosa con mujeres y hombres.29 Su experiencia muestra hasta qué punto la acción de estas mujeres podía alterar los papeles de género al presentarse como auténticas aventureras contribuyendo a conformar con otra visión la cultura de ese momento.
Desde el terreno simbólico-cultural de la realidad femenina, aun sin apartarse de la lógica del devenir histórico, se constata la existencia de un reducido grupo de mujeres que transgredieron las normas y convenciones sociales bajo las que se regían las relaciones de género. Muchos de estos trabajos establecen una relación entre la historia de los discursos y la historia de las prácticas y experiencias, entre la historia cultural y la historia social. Otros, influenciados por el desarrollo del «giro lingüístico», proponen una revisión de éste fundada en el paradigma de la incorporación, lo que supone fundar el análisis en los conceptos de cuerpo y emoción, como se plantea en el dosier Cuerpos, discursos e identidades.30
3.5. Migraciones y multiculturalismo
«Arenal» también se ha ido abriendo a nuevos horizontes temáticos de la mano de los análisis del significado, en femenino, de los flujos migratorios, los multiculturalismos o el postcolonialismo. En Mujeres y emigración se aportaba una crítica de las principales teorías migratorias tradicionales desde la perspectiva de género y su impacto en la comprensión de la emigración.31 Migraciones económicas y políticas, los procesos de decisión de migrar y la influencia de la familia son algunos de los elementos sugeridos en un marco conceptual para la interpretación de la migración diferencial por sexos. De igual modo, y con el objetivo de esclarecer las lógicas de género en la configuración de la diversidad cultural desde una mirada más global, se publicaba el dosier Multiculturalismo y género en el 2002.32 Pasado e historia del presente se entrecruzan en estos campos a menudo tratados desde la interdisciplinariedad que nos abren horizontes interpretativos nuevos.
3.6. Trabajos, familias, religión: otros enfoques para los temas de siempre
En estos veinticinco años se han tratado otros temas que han formado parte de los estudios tradicionales de la Historia de las Mujeres y del feminismo. Entre ellos los trabajos de las mujeres, la familia, la religiosidad femenina, etc.33
Destacamos, entre ellos, el de los trabajos de las mujeres por el volumen de artículos, su tradición en el seno de la historia de las mujeres y el abanico de temáticas y perspectivas que se han producido. De hecho el interés por el trabajo remunerado de las mujeres se plasmaba en un temprano dosier en 1995.34 Se trataba de conocer cómo era el trabajo de las mujeres en los talleres y fábricas y cómo rela cionar la formación de clase social con el género, etc., lo que también se puede ver en otros artículos publicados como estudios.35 Esta línea se ha ido ensanchando al incorporar otros ámbitos del trabajo femenino y una conceptualización más amplia del trabajo. En Mujeres, trabajos y hogares en la España contemporánea se hacía hincapié en la relación entre el trabajo externo y el del hogar36 y en la transición de la actividad femenina en el proceso de industrialización a partir de los resultados de las investigaciones realizadas desde la perspectiva de los hogares. Las numerosas evidencias empíricas sobre trabajos pagados y no pagados a las mujeres han venido a confirmar el sesgo historiográfico, planteado por los estudios feministas, de que el acceso al bienestar material en los hogares de la clase trabajadora no había sido resuelto, exclusivamente, por los activos masculinos.
La relación entre el trabajo y la estructura familiar en las distintas épocas históricas también se pone de relieve en algunos artículos de La familia en la Edad Moderna37 al observar las características estructurales de las unidades domésticas sostenidas con mano de obra familiar, y la profunda integración entre reproducción, producción y consumo que convirtieron a las mujeres en el elemento central de las explotaciones familiares.38
La interacción entre lo público y los privado está presente en muchos de estos estudios haciendo ver no sólo que la construcción de la intimidad se realiza en gran medida desde el poder, instaurándose sus reglas y obediencias hasta en el último reducto, sino también que sin las actividades del denominado "ámbito privado" no podría sostenerse la esfera pública.
En los últimos años se ha prestado mayor atención a la investigación de las mujeres profesionales de la enseñanza, la medicina, la justicia, la ciencia, etc. En el dosier sobre las mujeres en la Universidad española, Cien años sin permiso: las mujeres en la Universidad española™ se aunaban las reflexiones sobre el acceso de las mujeres al conocimiento con las de las opciones profesionales que éste proporcionaba.
También las aportaciones de «Arenal» al estudio de la construcción nacional han contribuido a renovar desde una perspectiva de género la comprensión histórica de la formación de naciones y nacionalismos. Precisamente un temprano dosier de la Revista en 1996 ofrecía una reflexión crítica sobre el género y la construcción nacional desde una perspectiva internacional.40
4.Todo el tiempo de las mujeres es tiempo histórico
Todo el tiempo de las mujeres tiene cabida en la Historia, y todo el tiempo histórico es tiempo de las mujeres. Así lo hemos entendido en «Arenal» a través de estudios específicos sobre el valor del tiempo: tiempos de reproducción de la vida material y social, tiempos para el cuidado del grupo, tiempos de trabajo remunerado, tiempos de creación artística, literaria, oral, tiempos para el afecto y el ocio.
Desde la Prehistoria al mundo actual, «Arenal» ha procurado incorporar las experiencias femeninas de todas las épocas históricas. La intención primera de que los dosieres profundizasen en temas específicos de forma transversal e interdisciplinar ha tenido como consecuencia la búsqueda de las manifestaciones diferenciadas o similares a lo largo del tiempo. Es cierto que el volumen de registros de historia contemporánea es el mayor, pues no en vano fue una de las primeras en avanzar sobre la Historia de las Mujeres, por lo que está más consolidada, están más depuradas las metodologías y se conocen mejor las fuentes. También el colectivo de historiadoras e historiadores que investigan sobre las mujeres es el más elevado de todas las etapas históricas, como también lo es para la historia contemporánea en su conjunto.
De cualquier modo en «Arenal» ha habido una presencia significativa de las etapas de la Historia, comenzando por la Prehistoria, pasando por las mujeres de la Antigüedad. Destaca, de forma particular, la época medieval, con temas tradicionales como la herencia o la incorporación de nuevos temas, en torno a las voces, reflexiones y experiencias particulares de las mujeres. En este sentido sobresale lo relacionado con la vida religiosa como un ámbito que les permitía, hasta cierto punto, actuaciones y relaciones negadas en otros espacios. La época moderna ha seguido centrando en la familia y los ámbitos domésticos buena parte de sus investigaciones, aunque muchos de los dosieres transversales incorporan casi siempre esta etapa de la Historia.
En casi todas ellas se detectan preocupaciones teóricas y metodológicas comunes. Junto al trabajo de deconstrucción histórica para explicar las ausencias, la exclusión y los silencios de las mujeres en sus respectivas sociedades, se ha pretendido indagar los retazos de pensamiento transmitidos por las mujeres, quiénes eran, cómo se veían a sí mismas y cómo se relacionaban con la definición de feminidad propia de cada época.
5.Aspiraciones y retos. El papel de una Revista de Historia de las Mujeres en las sociedades actuales
En las últimas décadas hemos reflexionado mucho sobre la investigación en Historia de las Mujeres -enfoques, miradas, temáticas, categorías analíticas..y algo menos sobre el significado de su incorporación a los procesos cívicos y de enseñanza y aprendizaje, sobre todo en el ámbito universitario. Ello me lleva a profundizar en la vinculación entre el grado de legitimación de la Historia de las Mujeres en la vida académica e intelectual y el valor, prestigio y consideración de las mujeres en las modernas sociedades democráticas y en sus instituciones.41
Hemos argumentado desde los inicios de la Historia de las Mujeres que era necesario conocerla en todas sus dimensiones y etapas -de forma especial las claves y mecanismos de la dominación histórica de las mujeres- para construir un presente y futuro más igualitarios. Pero se hace necesario dar un paso más y establecer las conexiones entre la consolidación de sociedades democráticas avanzadas, es decir, más justas e igualitarias, y la elaboración y asunción de otra Historia de la Humanidad. Es decir una historia en la que la experiencia vital de las mujeres tenga el mismo rango, investigación, legitimidad y reconocimiento que la hasta ahora sexuada historia masculina que ha formado parte del discurso constituyente de las sociedades tradicionales.
¿Es posible una democracia avanzada que no incluya la experiencia histórica de la mitad de sus componentes en la formación de su ciudadanía? ¿Se puede enseñar a los jóvenes de hoy una His toria sin las mujeres y/o las relaciones entre los sexos? ¿Puede estar tan alejada la disciplina de las dinámicas sociales contemporáneas? Tras estas preguntas se atisba el conflicto latente entre viejos y nuevos modelos, antiguas y nuevas concepciones de la Historia y de la democracia, entre grupos ideológicos y religiosos, pero también la complejidad del momento donde conviven e interactúan todos ellos creando nuevos equilibrios dinámicos.42 Si ha cambiado, o está cambiando, el panorama político y social al incorporarnos las mujeres y ello ha conllevado la renovación del debate sobre el carácter y funcionamiento de las sociedades democráticas -paridad, sociedades mixtas, etc.-, esa nueva situación precisa de un profundo cambio en el conocimiento de la Historia, la de mujeres y varones en sus trayectorias específicas y en la de la relación mantenida entre ambos.
Por tanto, que la Historia de las Mujeres forme parte del corpus de conocimientos de la ciudadanía es imprescindible para un funcionamiento pleno de la democracia y la única manera de explicar la complejidad de los procesos sociales. Si las mujeres necesitamos conocer nuestro pasado para expresar de alguna forma quienes somos, las democracias que tienen como horizonte una sociedad paritaria o mixta, necesitan la legitimación de la Historia de las Mujeres, como discurso enseñado y compartido, para su mayor cohesión y consolidación.
De ahí que importe, y mucho, que la Historia de las Mujeres forme parte del discurso histórico que eduque a la nueva ciudadanía en aras a generar nuevas dinámicas académicas, políticas y de relaciones sociales más científicas, igualitarias y justas. Y la revista «Arenal» se siente concernida en dicho proceso. Tal vez ello comporta tener en cuenta algunas cuestiones en nuestro propio ámbito para afrontarlo con más fortaleza.
1.Construir discursos que refuercen nuestra capacidad de acción, nuestra autoría y la legitimación de la Historia de las mujeres; hacer ver los logros conseguidos ante la comunidad de historiadores y el conjunto de la sociedad, y no envolvernos en la rutina y el pesimismo. No significa crear una visión triunfalista y falsa, sino extraer lecciones de nuestros éxitos y fracasos y estudiar los procesos que nos han llevado a ello. La reflexión sobre cómo lo hemos hecho empieza a importar.
2. Hacer de nuestra historia un imaginario social instituyente. La Historia de las Mujeres pone de relieve formas de estar, de compartir, de transgresión, de mediación, de cooperación, de subversión pacífica, de conquista para las mujeres y para otros colectivos, de creación de movimientos y teorías, que demuestran que no somos unas recién llegadas y que la historia no es posible escribirla sin nosotras. Esa épica de las mujeres anónimas y de las reconocidas, esa genealogía en formas de hacer y de estar es imprescindible crearla. Las historiadoras tenemos la responsabilidad no sólo de construir esa historia, esa épica, sino de lograr que se transmita en la investigación y la docencia.
3. Tomar conciencia de que no estamos en la comunidad de historiadores sino que somos esa comunidad. Es decir somos corresponsables de la construcción del relato histórico y creadoras del mismo. Nuestro empoderamiento como autoras pasa no sólo por crear ese nuevo relato transformador sino por lograr los mayores espacios para el mismo dentro del colectivo de profesionales de la historia. Debatir nuestros presupuestos y resultados, establecer alianzas y complicidades puede ayudarnos a legitimar la Historia de las Mujeres.
4. No perder el papel transgresor y transformador que hasta ahora ha comportado la Historia de las Mujeres, siendo conscientes de que todo proyecto científico es inseparable de un proyecto de poder. Aunque todo proyecto intelectual goza y debe de gozar de autonomía, nuestra fuerza primera está en el movimiento feminista y en la acción de las mujeres. La precariedad de lo conquistado, las reacciones patriarcales a las conquistas de las mujeres, etc. pueden hacer tambalear o limitar también los elementos discursivos e institucionales que lo sustentan. Por ello desdibujar los perfiles puede contribuir a un no deseable desmantelamiento.
5. Abrir nuestros conocimientos a un público más amplio desde publicaciones como la que nos afanamos en mantener y acrecentar. Repensar, junto a los demás Estudios de las Mujeres, nuevas estrategias de reforzamiento institucional, en el ámbito universitario y en el político y social. Entre ellas abrir nuestros conocimientos a un público más amplio desde publicaciones a medios de comunicación.
Y termino. Como el silencio es el lenguaje propio el olvido. «Arenal» es fiel testimonio de la palabra y la reflexión de las mujeres contemporáneas que dan, en cierto modo, la palabra a las que no la tuvieron para que el silencio y el olvido no vuelva a recaer sobre ellas.
Biodata: Cándida Martínez López e Direttrice di «Arenal. Revista de Historia de las mujeres», docente di Storia Antica presso la Facolta di Filosofia e Lettere dell'Universita di Granada; e stata la prima donna Preside della medesima Facolta (1990-96). Ě stata tra le fondatrici dell'Istituto Universitario di Studi sulle donne dell'Universita di Granada che ha diretto nel 2000. Campi di ricerca: le donne nelle societa mediterranee, donne e pace, il matriarcato, teoria e metodologie dell'indagine storica in una prospettiva femminista ([email protected]).
Cándida Martínez López is Editor in chief of «Arenal. Revista de Historia de las mujeres»; Professor of Ancient History at the Faculty of Philosophy and Letters of the University of Granada, where she was the first female Dean (1990-96). Here she was among the founders of the Institute for Research on Women and Gender Studies that she directed in 2000. Her research focuses mainly on women in Mediterranean societies, women and peace, female matronage, the theory and methodology of history from a feminist perspective ([email protected]).
1Este artículo es una versión actualizada para esta Revista de reflexiones previas publicadas. Entre dichos trabajos, Cándida Martínez López, Historia e historiografía de las mujeres. Reflexiones y aportaciones desde la Revista Arenal en Teresa Ortega, Ana Aguado, Elena Hernández Sandoica (eds), Mujeres, dones, mulleres, emakumeak. Estudios sobre la Historia de las Mujeres y del género, Madrid, Cátedra, 1919, pp. 363-396; Cándida Martínez López, Mary Nash, 20 años de Historia de las Mujeres en España, «Arenal», 20, 2013, n. 1, pp. 5-40.
2 El primer equipo estuvo formado por Cándida Martínez López (Universidad de Granada), Mary Nash (Universidad de Barcelona) y Reyna Pastor (CSIC) como directoras; Pilar Ballarín Domingo (Universidad de Granada) y Teresa González Calvet (Universidad Autónoma de Madrid) como secretarias, y Ana Aguado (Universidad de Valencia), Rosa María Capel (Universidad Complutense de Madrid), Gloria Nielía (Universidad Complutense de Madrid), Margarita Ortega (Universidad Autónoma de Madrid), María Dolores Ramos (Universidad de Málaga), María Xosé Rodríguez Galdo (Universidad de Santiago de Compostela), Susana Tavera (Universidad de Barcelona) y Mercedes Ugalde (Universidad del País Vasco) como miembros del Consejo de Redacción.
3 Véase https://revistaseug.ugr.es/index.php/arenal y la web específica [email protected]
4 Véase, Pilar Ballarín, Ma Teresa Gallego, Isabel Martínez, Los Estudios de las Mujeres en las Universidades Españolas, 1975-1991. Libro Blanco, Madrid, Ministerio de Asuntos Sociales-Instituto de la Mujer, 1995; Cándida Martínez López, La historia de las mujeres en España en los años noventa, en Teresa Ortiz et al., Universidad y feminismo en España II. Situación de los Estudios de las Mujeres en las universidades españolas en los años 90, Granada, Editorial Universidad de Granada, 1999, pp. 229-322.
5 La historia de las mujeres en España partía de una experiencia aún joven, por sus límites en el tiempo, pero rica por la propia dinámica del movimiento feminista y, sobre todo, de los Institutos y Centros de Estudios de las Mujeres que se iban creando en estos años.
6 Se constituyó en marzo de 1991, como transformación de la Comisión Española de la Federación Internacional de Centros de Investigación en Historia de las Mujeres. Fue un proceso liderado por Mary Nash, que en esas fechas dirigía el Centre d'Investigació Histórica de la Dona en la Universidad de Barcelona.
7 El conocido artículo de Joan W Scott, Gender A useful category of historical analysis, se había publicado en inglés en «The American Historical Review», 91, 1986, n. 5, pp. 1053-1075, y fue traducido al castellano en Drucilla Cornell, Seyla Benhabib (eds), Teoría feminista y Teoría crítica, Valencia, Edicions Alfons el Magnanim, 1990, pp. 49-88.
8 Desde su fundación, «Arenal» ha contado en su proceso editorial con la colaboración sistemática de personas expertas que han participado en la evaluación anónima de los artículos recibidos para su publicación en la revista. En la plataforma de la Revista figuran en la actualidad 248 personas expertas, procedentes de diversos países y continentes que realizan la revisión de los artículos.
9 En ese primer Consejo Asesor figuraron: Dora Barrancos (Universidad de Buenos Aires), Margarita Birriel (Universidad de Granada), Gisela Bock (Universidad de Bielefeld), Eva Cantarella (Universidad de Milán), Giuliana di Febo (Universidad de Roma), George Duby (Universidad de París), Ma Carmen García Nieto (Universidad Complutense Madrid), Guadalupe Gómez (Universidad Complutense Madrid), Temma Kaplan (Universidad de Nueva York), Ma Victoria López Cordón (Universidad Complutense Madrid), Isabel Morant (Universidad de Valencia), Teresa Ortiz (Universidad de Granada), Ma Carmen Pallares (Universidad de Santiago), Pilar Pérez (Universidad del País Vasco), Michelle Perrot (Universidad de París), Mary Elizabeth Perry (Universidad de California), Ma Izilda Santos (Universidad Pontificia de Sao Paulo). A este primer grupo se unirían en los números siguientes otras historiadoras como Ida Blom (Universidad de Bergen), Karen Offen (Universidad de Stanford) y Cristina Segura (Universidad Complutense de Madrid). El paso del tiempo ha hecho que algunas de esas personas ya no estén con nosotras, como Georges Duby o María del Carmen García Nieto, y que se hayan incorporado otras como Rosa Cid (Universidad de Oviedo), Elena Díez (Universidad de Granada), Miren Llona (Universidad del País Vasco), Mónica Moreno (Universidad de Alicante), Ofelia Rey (Universidad de Santiago de Compostela) y Margarita Sánchez (Universidad de Granada), entre otras.
10 . Documento Propuestas de nombre para la Revistay Acta de 1 de octubre de 1991, Archivo «Arenal».
11 Presentación, «Arenal», 1, 1994, n.1, p. 3.
12 En el dosier participaron Nicole Pellegrin (CNRS, Francia), Danielle Regnier-Bohier (Universidad de París III), Selma Leydesdorff (Universidad de Amsterdam) y Jane Lewis (Universidad de Londres) y en los estudios sobre Concepción Arenal, Manuela Santalla, María José Lacalzada y Gloria Nielfa que introdujo la selección de textos.
13 Coordinado por María Xosé Rodríguez Galdo, 2, 1995, n. 1.
14 Esta perspectiva se abordó en uno de los dosieres del año 2009, La suma de todas: experiencias de género en la modernidad, coordinado por Laura Branciforte, 16, 2009, n. 1.
15 Coordinado por Ma Dolores Ramos, 19, 2012, n. 1.
16 Coordinado por Cándida Martínez López y Dolores Mirón; participan además Amparo Pedregal y Henar Gallego, 18, 2011, n. 2.
17 Véase Cándida Martínez López, Amantissima civium suorum: Matronazgo cívico en el Occidente romano, Ibidem, pp. 277-307.
18 Coordinado por Cándida Martínez López, 5, 1998, n. 2.
19 Dosier coordinado por Susana Tavera con la partición de Ma José de la Pascua, Juanjo Romero, Gloria Espigado, Laura Vicente, 12, 2005, n. 2.
20 Coordinado por Ana Aguado, con la participación, de Cristina Borderías, Dianella Gagliani, Alicia Alted, Giuliana Di Febo, 4, 1997, n. 2.
21 Coordinado por Cristina Segura, con la participación, además, de Josemi Lorenzo, Gloria Franco, Pilar Díaz, 11, 2004, n. 1.
22 Véase, Gloria Espigado, Experiencia e identidad de una internacionalista: trazos biográficos de Guillermina Rojas Orgis, 12, 2005, n. 2. pp. 255-280 y Laura Vicente, Teresa Claramunt, memoriay biografía de una heterodoxa, Ibidem, pp. 281-307.
23 Coordinado por Elena Díez Jorge, 21, 2014, n. 1.
24 Coordinado por M.a Dolores Mirón Pérez, 24, 2017, n. 1.
25 Entre otros, Sergio Rodríguez, Cultura femenina: ¿residuo o alternativa?, 2, 1999, n. 2. pp. 387-411.
26 Coordinado por Cristina Segura con la participación, además, de Rosa María Cid López, Ana I. Simón Alegre, Arancha Sanz y Sonia Fernández, 17, 2010, n. 1.
27 Coordinado por Jordi Luengo, con la participación, además, de Sonia Reverter, Ana Aguado, María Dolores Ramos y Shirley Mangini, 14, 2007, n. 2.
28 Rosa Cid, Egeria, peregrina y aventurera. Relato de un viaje a Tierra Santa en el siglo IV, 17, 2010, n, 1, pp. 5-31.
29 Ana Simón, Arancha Sanz, Prácticas y teorías de descubrir paisajes: Viajeras y cultivadoras del estudio de la geografía en España, desde finales del siglo XIX hasta el primer tercio del XX, 17, 2010, n. 1, pp. 55-79.
30 Coordinado por Miren Llona y Nerea Aresti, 14, 2007, n. 1.
31 Coordinado por M.a Xosé Rodríguez Galdo, 6, 1999, n. 2.
32 Coordinado por Mary Nash, 9, 2002, n. 1.
33 Los estudios sobre las mujeres y la religión han sido muy elevados. En los primeros años de la Revista se publicaba un dosier sobre La religiosidad de las mujeres coordinado por Margarita Ortega y M.a Victoria López Cordón, con la participación de Margarita Pintos, M.a Dolores Mirón, Ángela Muñoz y M.a Leticia Sánchez, 5, 1998, n.1. Más adelante Ángela Muñoz coordinaba otro dosier en este caso sobre Género e imaginario religioso: María y las mujeres, con la participación de Blanca Parí, María Cruz de Carlos y Estrella Ruiz-Gálvez, 13, 2006, n. 2.
34 Los trabajos de las mujeres: el trabajo remunerado, coordinado por Gloria Nielfa, 2, 1995, n. 2. En él participaron Carmen Sarasúa, Kathleen Canning, Pilar Pérez-Fuentes y María del Rosario Ruiz Franco.
35 Entre otros,Juanjo Romero Marín: La Maestría Silenciosa: Maestras artesanas en la Barcelona de la primera mitad del siglo XIX, 4, 1997, n. 2, pp. 275-294.
36 Coordinado por Pilar Pérez Fuentes, 9, 2002, n. 2. Participaron Mercedes Arbaiza, Esmeralda Ballesteros, Cristina Borderías y Rocío García Abad y Arantza Pareja.
37 Coordinado por Rosa M.a Capel y Margarita Ortega, 13, 2006, n.1.
38 Aplicado a Galicia, en Serrana Rial, El trabajo de las mujeres del campo y la economía familiar en la Galicia Moderna, Ibidem, pp. 7-37.
39 Coordinado por Pilar Bailarín, 17, 2010, n. 2.
40 Género y construcción nacional: una perspectiva, coordinado por Mercedes Ugalde, 3, 1996, n. 2.
41 Véase, Cándida Martínez López, Legitimar la Historia de las mujeres: Logros y retos de las sociedades democráticas, en Henar Gallego Franco, Mónica Moreno (eds), Cómo enseñamos la Historia de las Mujeres, Barcelona, Icaria, 2017, pp. 19-48.
42 Cándida Martínez López, Francisco A. Muñoz, Conflicto, género e Historia, en Viçens Fisas (ed.), El sexo de la violencia, Barcelona, Icaria, 1998, pp. 135-152; Cándida Martínez López (ed.), Feminismo, cienciay transformación social, Granada, Eug, 1995.
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Abstract
L'articolo ripercorre le origini e lo sviluppo di «Arenal. Rivista di Storia delle Donne», incentrata su un'analisi critica e una riflessione relative all'esperienza storica delle donne, ai rapporti sociali di genere e ai processi di trasformazione sociale. Esso esplora i dibattiti iniziali sugli obiettivi e le risorse, il suo rapporto col femminismo accademico e con le tendenze storiografiche internazionali. Esamina inoltre gli approcci concettuali e i temi che hanno ispirato monografie e studi nel corso dei suoi 25 anni di esistenza.