Fecha Recibido: 13 de abril de 2013 Fecha Aprobado: 23 de abril de 2013
Resumen
El artículo de investigación tiene por intención configurar los espacios presentes en el cuento "Casa tomada" del argentino Julio Cortázar, así como ahondar en la relación entre la casa y la exclusión. A partir de la propuesta semiótica de la Escuela de París se realiza un recorrido generativo de sentidos: estructuras figurativas o superficiales; estructuras narrativas, actancial y temáticas para la identificación de los cambios de estado y donación del objeto de deseo; y estructuras semánticas fundamentales o profundas, para entender la asociación de los espacios con los valores que dan lugar a las pasiones de los sujetos a partir del juego de atracciones y repulsiones. Finalmente, se concluye que los espacios son una reactualización del yo y, por lo tanto, de los otros; además de ser mundos opuestos que no deben relacionarse a menos que cumplan una única condición: obtener la categoría de conocido por el Narrador e Irene.
Palabras clave: Semiótica, niveles de interpretación, espacio, objeto de deseo y exclusión.
Analysis of semiotic space in "House taken over" [Casa Tomada] by Julio Cortazar
Abstract:
The article aims at analyzing the spaces present in the story "Casa tomada" [House taken over] by the Argentinean Julio Cortázar, as well as to delve into the relationship between the house and exclusion. The semiotic proposal of the School of Paris will be used to generate a path of sense: figurative or surface structures, narrative structures, actantial and thematic roles, will be used for the identification of the changes of state and the donation of the object of desire; as well as fundamental and deep semantic structures to understand the association of these spaces with the values that lead to the passions of subjects based on a game of attraction and repulsion. Finally, it is concluded that these spaces are a reenactment of the self and therefore of others, as well as opposite worlds that must not be related unless they meet one condition: to obtain the category of the 'familiar' for the Narrator and for Irene.
Key words: Semiotic, levels interpretation, spaces, object of desire and exclusion.
Analyse sémiotique se L'espace en «Casa Tomada» de Julio Cortázar
Résumé
L'article de recherche a comme but le fait de configurer les espaces présents dans le conte « Casa tomada » de l'argentin Julio Cortázar, ainsi que d'approfondir dans le rapport entre la maison et l'exclusion. À partir de la proposition sémiotique de l'Ecole de Paris, on réalise un parcours génératif de sens : des structures figuratives ou superficielles ; des structures narratives, de l'actanciel et des thématiques pour l'identification des changements d'état et donation de l'objet du désir ; et des structures sémantiques fondamentales ou profondes, pour comprendre l'association des espaces avec les valeurs qui entrainent les passions des sujets à partir du jeu des attractions et des répulsions. Finalement, on conclut que les espaces sont une réactualisation du moi et, par conséquent, des autres ; en plus d'être des mondes opposés qui ne doivent pas se lier à moins qu'ils respectent une seule condition : celle d'obtenir la catégorie de connu par le Narrateur et par Irène.
Mots Clés: Sémiotique, niveaux d'interpréta-tion, espace, objet du désir et exclusion.
Introducción
Es innegable que una de las características del primer Julio Cortázar es lo fantástico: la existencia de una grieta que permite la alteración del orden establecido a partir de la incorporación y aceptación de lo extraño en la vida cotidiana de los actores de las narraciones del argentino (Leuci, 2006, párr. 3). Sin embargo, en ocasiones dicha aceptación se limita al conformismo situacional: los actores a toda costa evitan la interacción con los otros seres es decir, los del mundo alterno son excluidos. Ejemplo de lo anterior es el cuento objeto de análisis: "Casa tomada".
Mas la exclusión en la obra no es directa, a partir del discurso, sino a través de un mediador, el espacio: la casa: "Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado la parte del fondo (...) tendremos que vivir en este lado" (Cortázar, 1951, p. 12-13). Así pues, se plantea una relación entre la casa y la exclusión que no es por azar. Según Flora Lozada (2001), el espacio es un medio dialógico, un lugar donde están vertidas varias ideologías sociales que se manifiestan por los discursos y las acciones que ahí tienen lugar; además, "adquiere una determinada significación para quienes viven inmersos en él; la cual deviene de la experiencia continua y cotidiana de la vida que allí tiene lugar"(p. 272). Experiencia que abarca toda la gama de interacciones sociales realizadas por el individuo.
Ahora bien, con base en la semiótica discursiva de la Escuela de París se pretende analizar el espacio. Para lo anterior, se centra en el análisis del enunciado en sí mismo para hacer la interpretación del discurso desde los diferentes planos de los recorridos generativos e interpretativos: definir los elementos más superficiales del texto (estructuras figurativas), analizar el nivel actancial y temático (estructuras narrativas) y definir la asociación de los temas en el ámbito sociocultural con las axiologías (estructuras semánticas fundamentales) para configurar los espacios presentes en el cuento "Casa tomada", así como para ahondar en la relación existente entre la casa y la exclusión como ideología. Cabe aclarar que el análisis a realizar parte de la inmanencia del texto, ésto es, de los sentidos que surgen del enunciado en sí mismo. La semiótica parte de este principio pues considera la autonomía de los sistemas de representación: el lenguaje obedece a reglas internas propias e independientes de los datos exteriores (Courtés, 1991, p. 77).
Estructuras figurativas
De acuerdo con Courtés (1997), lo figurativo en el discurso está dado por los sentidos, todo lo que depende de la percepción del mundo exterior. Por lo tanto, en este nivel discursivo se determinan "perspectivas espaciales, temporales y actoriales" (Fontanille, 2001, p. 78), para un primer acercamiento a los componentes fundamentales y superficiales de la historia.
Actores
El reconocimiento de los actores de la obra es de gran importancia, en virtud de que a partir de ésto se determinan los temas y aspectos que movilizan la obra. Es necesario aclarar la exclusión del término personajes en virtud de que el concepto actor no restringe a la personificación como único medio de influencia en las acciones de los participantes de la obra. Se considera a un participante de la obra como actor siempre y cuando sea portador de una unidad léxica nominal, al menos un rol actancial, un rol temático y sufra una transformación de estado1 (Greimas y Courtés, 1990, pp. 27-28). De acuerdo con ésto y con la obra objeto de análisis, dentro de esta catego- ría se consideran al Narrador e Irene (Hermanos), Casa y Fuerza Extraña (FE)3: lexemas nominales con temáticas específicas y roles actanciales.
En primer lugar, los actores Hermanos son portadores de cinco roles temáticos: exclusión, estimación, monotonía, conformismo y tranquilidad. Los roles temáticos son sustantivos que encierran tanto una acción como una posición ideológica, ubicados en el nivel superficial del discurso. En el siguiente fragmento de "Casa tomada" se observan las dos primeras temáticas:
Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia. Me pregunto qué hubiera hecho Irene sin el tejido. Uno puede releer un libro, pero cuando un pulóver está terminado no se puede repetirlo sin escándalo. (...) Pero a Irene solamente la entretenía el tejido, mostraba una destreza maravillosa y a mí se me iban las horas viéndole las manos como erizos plateados (...) Era hermoso. (Cortázar, 1951, pp. 10-11).
Para el Narrador, lo único importante es aquello con lo que está en contacto, tiene nombre propio y es realizado por ellos mismos; el resto de sujetos y objetos son excluidos como sucede con la Fuerza Extraña: no es nombrado por ellos, no existe interacción. Por otra parte, las actividades de lectura y tejido cumplen la función de alejarlos de la rutina implantada por ellos mismos, de ahí que su realización tenga un valor espacial, un carácter liberador.
Por otra parte, los roles temáticos de la monotonía y el conformismo están presentes en los Hermanos de acuerdo con la rutina de limpieza establecida y sus actividades favoritas, sin olvidar la inexistencia de un discurso de rechazo hacia el modo de vida:
Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegamos a creer que ella la que no nos dejó casarnos. (...) Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por los bisabuelos en nuestra casa (Cortázar, 1951 p. 9).
La condición de los Hermanos ante las actividades exigidas por la casa y las consecuencias que traía consigo no es reprochada; al contrario, no sienten la necesidad de un cambio. Lo anterior permite la inferencia del último rol: la tranquilidad, el Narrador e Irene son sujetos pasivos ante la vida, dedicados a sus actividades.
En segundo lugar, si bien la casa no realiza acciones, sufre una transformación que está dada desde el título de la obra: "Casa tomada". Asimismo, es innegable que tanto los Hermanos como aquello extraño que entra en la casa, la desean y luchan por estar en ella. Por lo anterior y los temas presentados a continuación, se entiende dicho espacio como un actor.
Ahora bien, para la casa se identifican roles temáticos como exclusión, monotonía, conformismo, estimación y tranquilidad, los cuales son propios de los Hermanos. Según Courtés (1997, p. 331), los espacios se configuran en función de los actores, están ahí para ellos. Las relaciones entre sujetos o sujeto-mundo están mediadas por los espacios; por lo tanto, son portadores de los temas y la axiología así como de las ideologías de los que ahí actúan.
Para ejemplificar los primeros tres temas, se puede observar el fragmento citado anteriormente. El cumplimiento de las necesidades propias de la casa limitó su vida personal, perdieron la posibilidad de una vida en pareja y convivir en la sociedad, a cambio de una relación de "matrimonio de hermanos" implementada por este espacio. Por otra parte, sólo requiere de ellos dos para su mantenimiento, lo cual instauró una serie de actividades rutinarias que no les permitió ir más allá, pero sí el establecimiento de lazos y pasiones entre ellos y la casa familiar.
Para la comprensión de los otros dos temas se parte de aspectos materiales otorgados por la casa. La estimación está dada por una dicotomía de objetos: el primero, los recuerdos de todos los familiares que han vivido ahí y los propios: "guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia" (Cortázar, 1951, p. 9); el segundo, los libros y los elementos de tejido así como chalecos, carpetas y demás son liberadores de la rutina instaurada por la casa.
La relación temática entre tranquilidad y Casa se fundamenta en cuanto los Hermanos no necesitan salir de la casa más que a la adquisición de los elementos necesarios para sus labores: "Los sábados iba yo al centro a comprar lana (...). Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías" (Cortázar, 1951, p.10). Asimismo, la tranquilidad se plantea a nivel económico: "No necesitábamos ganarnos la vida, todos los meses llegaba la plata de los campos y el dinero aumentaba" (Cortázar, 1951, p.11), ella misma proporciona los elementos para su cuidado y el de quienes están en ella.
Finalmente, de la Fuerza Extraña la información dada es poca: los móviles que la llevan a querer estar dentro de la casa no son presentados. Pese a ésto, lo único conocido es la entrada de algo o alguien a la casa, generación de ruidos y la familiaridad nula de eso para los Hermanos; hechos que llevan a considerarlo extraño y hasta el punto de no otorgarle nombre alguno. Como único tema se determina simplemente desconocido.
Espacio
Si bien antes se trató la casa como un actor en la obra de Julio Cortázar, este aspecto del nivel figurativo tiene como propósito la identificación de los espacios dentro de la obra para determinar su función y relación con el mundo. En la obra concurren dos espacios: aunque la obra focaliza como espacio principal la casa familiar, se puede inferir un segundo lugar de acción: la ciudad donde el Narrador compra los libros y tejidos (elementos importantes para ellos) que son llevados a la casa, sin olvidar que al término de la obra los actores centrales están en las calles.
La relación entre actores y mundo en la obra permite determinar la casa como lo íntimo para los Hermanos, es un mundo, su mundo, dentro está aquello que hace parte de ellos. La ciudad, por otra parte, es un mundo ajeno con el cual poco deben relacionarse los sujetos que en ella habitan: "No fuese que un pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa" (Cortázar, 1951, p. 10)".
Ahora bien, pensar en el espacio es hacerlo a partir de los objetos instaurados en él así como de su organización. Estos ayudan a determinar las relaciones del habitante con el mundo. Nieto (2006) plantea que "el hombre, desde el interior del lenguaje del que está rodeado [verbal y no verbal] se representa a sí mismo" (p. 150). La casa es habitada únicamente por los Hermanos: "Nos habituamos Irene y yo a persistir sólo en ella" (Cortázar, 1951, p. 9); el diseño de la casa y su orden está establecido por ellos sin olvidar que los elementos de adentro son de ellos. Lo anterior permite inferir que más allá de extensión de los actores, los objetos y la casa son una actualización de los Hermanos, del yo; y la ciudad, de lo otro: diferente y desconocido.
Resumiendo, el espacio visto como un medio que determina las relaciones sociales en "Casa tomada", logra establecer dos mundos ajenos, distantes y desconocidos entre sí desde la mirada de los Hermanos: la casa y la ciudad.
Tiempo
Como último aspecto de este nivel está el tiempo; y su análisis es posible desde una tricotomía temporal: tiempo físico, crónico y lingüístico (Arévalo, 2009, p. 86); sin embargo, dentro los intereses de la semiótica se encuentran sólo los dos últimos.
La lectura del tiempo lingüístico ubica el momento de la enunciación de los acontecimientos de la obra: "ulterior", "anterior", "simultánea" e "intercalada". Por otra parte, el tiempo crónico da cuenta de la organización temporal en relación con las acciones de los actores de la obra, a través de tres escalas. Los puntos de partida o escalas estativas marcan los puntos de inicio en la obra; la directiva, los sucesos del antes, durante y después del reconocimiento del punto cero; mientras la escala mensurativa, el tiempo transcurrido en el relato (Arévalo, 2009, p.86).
Con facilidad se reconoce el tiempo lingüístico predominante en "Casa tomada": ésto lo podemos ver desde las formas verbales utilizadas por el Narrador: 'Nos gustaba', 'habituamos', 'guardaba', 'resultaba', 'era', 'recordaré', entre otros; mientras que en menor medida de tipo simultáneo4 que podría considerarse como una estrategia discursiva para llevar al lector en el aquí y ahora de la vivencia de la toma, es decir, se están presentando hechos actuales. Por lo tanto, la ubicación del narrador oscila entre el tiempo presente y pasado.
Ahora, la organización crónica del tiempo se presenta de la siguiente manera: la escala estativa5: el día en el que sienten la presencia de la Fuerza Extraña; después de ese suceso se genera un cambio reconocido por la escala directiva6. Antes de la toma, el narrador menciona las acciones rutinarias de los Hermanos; después de que la casa es tomada en una parte, intentan establecer una nueva rutina que es alcanzada con éxito; sin embargo, en la toma total y definitiva existe una ruptura tanto en la rutina como en los estados: de su realidad, un estado de ensimismamiento, pasan a lo real: todo lo obviado mientras estuvieron dentro de la casa.
Finalmente, la escala mensurativa es indeterminada: "los primeros días", "se me iban las horas" y "me sirvió para matar el tiempo" son enunciados del narrador que imposibilitan la determinación de los días, meses o años transcurridos en la historia.
Hasta aquí se ha desarrollado el nivel figurativo, que permite un reconocimiento de las principales figuras de "Casa tomada" como las temáticas de los actores, espacios e ideologías, en especial la exclusión. A continuación se presenta el recorrido semio-narrativo que pretende ahondar en esta y su relación con el espacio por medio de los programas narrativos y el cuadro actancial.
Estructuras narrativas, actanciales y temáticas
La característica fundamental de este nivel es la comprensión del ordenamiento lógico del relato: los programas na- rrativos de uso y de base7, las competencias de los actores, los roles actanciales y los temas que movilizan las acciones, además de las respectivas oposiciones temáticas (Fontanille, 2001, p. 78).
En el análisis semiótico narrativo lo fundamental es el reconocimiento del programa narrativo (PN), el cual representa la operación sintáctica elemental que garantiza la trasformación de un enunciado de estado en otro enunciado de estado con la mediación de un enunciado de hacer (Arévalo, 2009, p. 88). En "Casa tomada" no existe un único PN: el fin último de FE es la casa, para lo cual realizó tomas parciales y generó miedo a través de sonidos; en últimas, convergen varias acciones que apuntan a un único fin: tomar la casa.
La lectura es la siguiente: S1 (FE) entendido como sujeto de hacer, actúa para transformar el estado de disjunción de sí mismo frente a la casa (O) y el estado de conjunción de los Hermanos (S2). Para lograrlo, la FE realiza una acción llamada PN de uso en el cual se recurre a un nuevo objeto: el miedo a través de los sonidos. Aquí es necesario aclarar que los Hermanos no luchan contra la FE; por lo tanto, se puede plantear que el PN de base es una donación (Courtés, 1997, p.137) dado que existe una atribución por parte de los Hermanos a la FE de la casa y una renuncia de ellos hacia ésta.
La atribución y renuncia de la casa, más allá de una simple donación se presenta como una exclusión territorial. Para Nieto (2006), "el otro además de formativo, benigno para el yo (...) es una relación indispensable, un encuentro basado en la responsabilidad (...) social" (p. 184), de la cual los Hermanos deciden no hacer parte. No existe razón para que ellos deseen entablar una relación con la FE, pues se desplazan en dos ocasiones a pesar de ser lugares con los que se encuentran relacionados pasionalmente. Además, donan la casa a la FE, dado el desconocimiento que termina por manifestarse en ruidos y en miedo.
Por otra parte, la identificación de las modalidades discursivas de los sujetos actores permite la comprensión del PN de donación, en últimas, ejecutado por los Hermanos. Aquí es necesario saber que para la ejecución de un PN es necesario que el sujeto de hacer se encuentre modalizado por cualquiera de las siguientes competencias8: Saber /s/, Querer /q/, Deber /d/, Poder /p/. Si bien se mencionó la poca información de la Fuerza Extraña en un principio, ella es portadora de una única competencia que le permite lograr su objetivo: el poder /p/. La generación del ruido y el miedo de los Hermanos posibilita el desplazamiento para el logro del objetivo: que la Fuerza Extraña esté conjunta con la casa.
De igual modo, con relación a las competencias de los Hermanos, se puede pensar que ellos se encuentran modalizados por tres: el no saber, el no querer hacer y el no poder hacer. Estas remiten a los aspectos de la donación y la exclusión: los Hermanos están privados del saber, es decir, el no saber /-sa/: los hermanos sólo sienten los ruidos; desconocen el origen de la producción y no existe interés alguno por conocerlo, simplemente se refugian en otra parte de la casa. La resignación y aceptación de los mencionados acontecimientos permite reconocer la segunda competencia del narrador e Irene, el no querer hacer /-qh/, se resignan a vivir cerca de la FE sin tener contacto, una convivencia lejana:
-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado parte del fondo. (...)
- ¿Estás seguro? -Asentí.
-Entonces -dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado. (Cortázar, 1951, p. 12-13).
Finalmente, el no poder hacer /-ph/; la impotencia de defender la casa como consecuencia del no saber y de acuerdo con la ideología representada: actuar los pondría en contacto con lo que desean evitar: la FE.
Ahora bien, como implicación de lo planteado hasta aquí surgen los roles actanciales9 de los actores presentes en la obra: objetos, sujetos, antisujetos y destinadores tanto manipuladores como judicadores. Los dos actores que movilizan las acciones y son las fuerzas de oposición en el cuento son los Hermanos (Narrador e Irene) y la FE, que ocupan los roles de sujeto y anti-sujeto, respectivamente. A como dé lugar, la Fuerza Extraña desea la casa y poco le importa que esté ocupada. Por su parte, los Hermanos no desean salir, allí están los objetos preciados (tejido y libros), lo conocido (el mundo y la rutina), la tranquilidad económica y los recuerdos mencionados en el nivel figurativo. En cierto modo, estos elementos motivan a los sujetos del cuento a resignarse a vivir con lo extraño, de ahí que sean los sujetos destinadores manipuladores.
Si bien es cierto que los Hermanos son los sujetos de la obra, igualmente son sujetos judicadores que sancionan negativamente la acción de donar la casa a la FE: "Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla" (Cortázar, 1951, p.16).
Arrojar la llave es sinónimo de inhabitabilidad en el espacio así como de resignación de la pérdida del mismo: ya no tienen nada. Más adelante, emiten un juicio epistémico frente a lo externo de su espacio (Figura 1a): El fragmento permite ver de qué manera los Hermanos otorgan temas, valores y acciones negativas a los habitantes de la ciudad que son externos a su hogar. Así, se plantea la oposición Dentro/Fuera en la obra de Cortázar.
Finalmente, uno de los roles actanciales centrales es el objeto de deseo. En el cuento analizado este rol es ocupado por la casa. Como se viene presentando, el sujeto desea la casa y por lo tanto no quiere abandonarla, mientras que el anti-sujeto no enuncia motivos claros para apoderarse de la casa, simplemente estar en ella. Este espacio actorializado, además de objeto de deseo es el medio por el cual los Hermanos se aíslan del mundo extraño que los rodea. A continuación se representa lo expuesto hasta aquí (figua 2):
A partir de lo que se ha analizado hasta este momento, es posible visualizar las estructuras temáticas y de oposición que se derivan de los diferentes temas y roles actanciales asociados a los actores. En la obra existe una temática genérica que cobija los distintos temas tal como se muestra enseguida:
Desde esta perspectiva, lo axiológico positivo está dentro de la casa y lo negativo fuera. En el siguiente nivel de análisis se identificarán las valoraciones atribuidas a los temas anteriormente descritos.
Estructuras semánticas fundamentales
Como último nivel de análisis se desarrolla a continuación el axiológico o el de las estructuras semánticas fundamentales, en el cual se condensa la significación de la obra.
El trabajo estudia los espacios presentes en la obra así como la relación entre casa y exclusión. Cuando se piensa en esta última, es necesario tener en cuenta la existencia de formas de vida y conductas; en otras palabras, ideologías que convergen en un mismo lugar a pesar de la existencia del predominio de una de ellas, la encargada de establecer los patrones de conducta y valores acertados así como los que deben rechazarse. En la obra de Cortázar, el pensamiento dominante es del Narrador e Irene, el cual se reafirma con la progresiva distancia tomada hacia los intrusos y las temáticas propias.
Dicho ésto, es posible identificar la propuesta axiológica y sociocultural de la obra: las figuras tímicas: euforia (positivo) y disforia (negativo) por la cual se rechaza FE. En el mundo planteado por Julio Cortázar, desde la mirada de Irene y el Narrador, la familia como valor eufórico juega un papel importante siempre y cuando ésta haya vivido en la casa, en virtud de que han dejado parte de ellos ahí. Por otra parte, visto de manera positiva, es lo conocido: cuando los Hermanos se enfrentan a algo desconocido deciden alejarse por el miedo: es preferible aferrarse a lo propio aunque sea poco, antes que a una transgresión a los paradigmas de vida.
De igual manera, socialmente se puede creer que lo rutinario no aporta elementos positivos a la vida de los seres humanos en vista de que las acciones planteen un estancamiento personal y social; caso contrario en Irene y el Narrador, lo rutinario les proporciona seguridad, saber que están rodeados de prácticas conocidas les brinda tranquilidad. Con base en lo planteado, se entienden la exclusión como un valor positivo y la inclusión como algo negativo. Este sistema de valores, desde la perspectiva de los Hermanos, se sintetiza en la siguiente tabla:
Ahora bien, el cuadrado semiótico representa visualmente y de una manera más perceptible las categorías tímicas. El esquema posee una organi- zación axiológica que dispone de un polo negativo y uno positivo, en el que se expresa el sistema de valores de la narración que permite entender la visión de los mundos por parte de los Hermanos y, consecuentemente, la exclusión:
De acuerdo con lo anterior, en el relato analizado se pueden evidenciar claramente dos pares de categorías opuestas donde la negación de una conduce a la afirmación de la otra. La oposición presente se establece entre los semas: dentro y fuera/ conocido y desconocido.
El primer eje (Dentro- Fuera) proporciona la oposición más importante, la temática. Desde el título, "Casa tomada", se presentan las oposiciones de la obra: en algún momento la casa estaba libre y los Hermanos tranquilos; los sujetos externos no estaban dentro, en vista de que no cumplían algún requisito para estarlo; de ahí que la oposición y la exclusión no sean directas sino mediadas. Ahora, en el segundo eje está el factor fundamental para no ser excluido y convivir con estos. Los objetos y actividades realizadas por el Narrador e Irene en la casa son conocidas y aceptables, los libros y la lana son utilizadas dentro de la casa: objetos y acciones son una reactualización del yo de los actores Hermanos; mientras que lo externo es desconocido y negativo, lo otro, y es necesario no admitirlo.
A manera de conclusión
En "Casa tomada" del escritor argentino Julio Cortázar, el espacio tiene un rol trascendental en la obra, no sólo es un marco de desarrollo de las acciones, sino que va más allá de esto y es la razón por la cual logra ser considerado como un actor. Asimismo, es el encargado de configurar narrativamente la totalidad de los aspectos de la obra, adquiere valores ideológicos como se presentaron en el recorrido interpretativo de la obra, la exclusión principalmente, e instaura una dualidad de mundos con poca posibilidad de relación.
Es a través del espacio que se manifiesta socialmente el rechazo a lo desconocido. La casa logra presentarse como el medio de exclusión: dentro sólo están ellos y cada uno de los objetos conocidos; y fuera de esta se encuentra lo que ellos entienden como el peligro social: está llena de ladrones y deben comenzar a preocuparse por elementos como la alimentación, razón por la cual se puede entender la casa como un medio de tranquilidad y protección contra la sociedad externa presentada en la obra.
En tercer lugar, la casa se configura como objeto de deseo de ambas fuerzas de oposición: Hermanos/FE. Los dos actores la desean; sin embargo, solo la Fuerza Extraña realiza acciones para transformar los estados de conjunción y disjunción iniciales de los actores, que se concluye finalmente con la donación espacial y resignación por parte del Narrador e Irene; acción entendida como un rechazo, se evita el contacto con otros seres diferentes de ellos.
En cuarto lugar, este espacio es presentado de manera dialógica; un planteamiento central de lo otro es que surge en un territorio social (Nieto, 2006, p. 193) dentro del cual se manifiestan como mínimo dos ideologías. En el cuento de Cortázar, específicamente dentro de la casa, interactúan los planteamientos y creencias de las fuerzas opositoras que logran resumirse en el concepto de exclusión: existe un desplazamiento que es materializado con el abandono de la casa por parte de los Hermanos. Sin embargo, hay que resaltar que este movimiento no es sufrido por la FE sino por los actores Hermanos por medio de un PN de donación, por el cual ellos ceden el objeto de deseo con la intención de no tener contacto con lo desconocido.
Finalmente, la casa como un espacio que se encuentra ahí para los actores, logra manifestarse como una actualización de los sujetos. En el espacio, el actor manifiesta su ser y al hacerlo trasciende hasta el punto de presentar una situación englobante en "Casa tomada"; los objetos como representación de los actores, la rutina de limpieza y las actividades de ocio como lectura y tejido son los encargados de generar el Ser de los Hermanos, yo ideal; por lo tanto, lo demás es ajeno y no se debe tener contacto alguno con él.
* Artículo de investigación realizado en el curso Literatura Latinoamericana II de la Licenciatura en Español y Literatura de la Universidad Industrial de Santander.
1 Se aclara que la verificación de las unidades lexicales como actor es un proceso culminado en el nivel de estructura narrativa dado que ahí se desarrolla el programa narrativo que da cuenta de los cambios de estado, y el rol jugado por los lexemas seleccionados para las transformaciones (actantes). Por lo pronto, en este primer nivel se reconocen los roles temáticos de los lexemas considerados actores.
3 En el transcurso de la obra, el ser, animal u objeto que entra a la casa, no tiene un lexema propio; no obstante, es posible determinar que lo posee: el narrador utiliza una referencia elíptica (Martínez, M. C., 2001 p.56) que permite el reconocimiento del nombre propio por medio de las desinencias verbales. Con base en este aspecto lingüístico y la ambigüedad de aquello que entra, se cree pertinente el lexema "Fuerza Extraña" para este actor.
4 Como ejemplo de ésto se encuentran los diálogos realizados por los Hermanos: se enmarcan en el aquí-ahora del relato.
5 La escala estativa del tiempo crónico marca los puntos de inicio del acontecimiento que dará un nuevo curso a la vida de los sujetos (Benveniste, 1997, p. 74).
6 La escala directiva identifica temporalmente los cambios de estado realizados a partir del punto cero reconocido por la escala estativa, es decir, el antes, durante y después del acontecimiento (Benveniste, 1997, p. 74).
7 Los programas narrativos de base son aquellos que permiten visualizar el objetivo último de los sujetos del relato, mientras que los programas narrativos de uso son las acciones que deben realizar los sujetos para llegar a su fin último. (Courtés, 1997, p. 120)
8 Entiéndanse las modalidades como predicados que actúan sobre otros predicados. Además, aseguran una mediación entre los actantes y su predicado de base al interior de la escena predicativa. La modalidad se puede manifestar mediante un verbo, una perífrasis verbal o una expresión nominal. Los verbos modales corresponden a expresiones lingüísticas: querer, deber, saber, poder y creer. (Courtés, 1997, p. 152).
9 Seres o elementos que participan en el proceso de adquisición y pérdida, a medida que va efectuando su recorrido narrativo.
10 Teniendo en cuenta el proceso realizado para llegar a esta matriz actancial y la definición de actor ("portador de por lo menos un rol actancial"), se reafirman los lexemas propuestos como actores.
Referencias
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Benveniste, E. (1997). Problemas de lingüística general II. México: Siglo XXI Editores.
Cortázar, J. (1951). Casa tomada. En: Bestiario (pp. 9-16). Bogotá: Santillana.
Courtés, J. (1997). Análisis semiótico del discurso. Madrid: Gredos.
Fontanille, J. (2001) Semiótica del discurso. Lima: Fondo de Cultura Económica del Perú.
Greimas, A. J. & Courtés, J. (1990). Diccionario razonado de la teoría del lenguaje. Madrid: Gredos.
Leuci, Verónica. (2006). Algunas reflexiones sobre el primer Cortázar: El 'fantástico' Bestiario. Espéculo. Revistas de Estudios Literarios, (34). Recuperado el 21 de agosto de 2012 de http://pendientedemigracion. ucm.es/info/especulo/numero34/bestiari.html
Losada, F. (2001). El espacio vivido. Una aproximación semiótica. Cuadernos (17), 271-294.
Martínez, M. C. (2001). Análisis del discurso y práctica pedagógica. Buenos Aires: Homo Sapiens.
Nieto L.J. (2006) De la literatura e historia: Manuela Sáenz. Entre el discurso del amor y el discurso del otro. Bucaramanga: Universidad Industrial de Santander.
Jorge Leonardo Ortiz Guzmán
Universidad Industrial de Santander, Colombia
Estudiante de décimo semestre de Licenciatura en Español y Literatura de la Universidad Industrial de Santander. Diplomado en procesos pedagógicos y didácticos de la lectura y escritura en educación superior.
Karime Vargas Cáceres
Universidad Industrial de Santander, Colombia
Licenciada en Educación Básica con énfasis en Lengua Castellana y Magister en Semiótica de la Universidad Industrial de Santander (UIS). Se desempeña como docente cátedra de la Universidad Industrial de Santander en las áreas de semiótica y lingüística.
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Copyright Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia Jan-Jun 2013
Abstract
The article aims at analyzing the spaces present in the story "Casa tomada" [House taken over] by the Argentinean Julio Cortázar, as well as to delve into the relationship between the house and exclusion. The semiotic proposal of the School of Paris will be used to generate a path of sense: figurative or surface structures, narrative structures, actantial and thematic roles, will be used for the identification of the changes of state and the donation of the object of desire; as well as fundamental and deep semantic structures to understand the association of these spaces with the values that lead to the passions of subjects based on a game of attraction and repulsion. Finally, it is concluded that these spaces are a reenactment of the self and therefore of others, as well as opposite worlds that must not be related unless they meet one condition: to obtain the category of the 'familiar' for the Narrator and for Irene.