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Salud y Bienestar. La asfixia daña al cerebro y la intensidad del problema depende del tiempo que el bebé esté sin oxígeno
Antes de nacer, el bebé depende de su mamá para alimentarse y respirar. Sin embargo, por diversos factores puede faltarle oxígeno, ocasionando una hipoxia fetal.
La hipoxia es un estado patológico donde no llega suficiente oxígeno a los tejidos. En los adultos se asocia a situaciones que refieren cambios de presión como las alturas, buceo a gran profundidad, lugares encerrados con poca ventilación, que impiden a la persona obtener un suministro adecuado de oxígeno.
En un feto o recién nacido las causas son diferentes. Esta condición se debe a factores maternos, fetales y placentarios, que se presentan en el embarazo, antes del trabajo de parto, durante el parto y después de nacer.
"Antes de nacer, los fetos pueden tener problemas de oxigenación dependiendo del estado de salud de la mamá, causas propias del bebé o problemas con la placenta", señala el pediatra neonatólogo Víctor Javier Lara Díaz.
Si la madre fuma o padece hipertensión, las probabilidades de hipoxia crónica aumentan.
"La hipoxia es común en bebés prematuros. Una vez que nacen tienen problemas para oxigenarse porque su sistema respiratorio no tiene la suficiente madurez, o bien, porque padecen algún trastorno metabólico o neurológico, anormalidades en su hemoglobina, infección o anemia", indica.
Durante el embarazo, la hipoxia puede presentarse por insuficiencia placentaria o preeclamsia, una complicación donde la placenta no lleva suficiente oxígeno ni nutrientes al bebé, impidiendo su crecimiento adecuado dentro del útero.
En un embarazo normal la placenta se adhiere a la pared del útero para...