Artista al límite

Rafa Saavedra 1967-2013

Desde Tijuana, Rafa Saavedra se convirtió en factor clave de la cultura, la literatura y la música fronterizas.

Publicó los libros Lejos del Noise, Border pop, Beyondeados, Crossfader, La gente se droga, Buten Smileys y Postcards de ocio y odio; además, participó en diversas antologías, colaboró en revistas y suplementos de la República; fue bloguero y editó fanzines. También destacó como DJ (Rafadro), locutor y promotor musical.

Hoy, tres creadores recuerdan tres facetas de Saavedra, fallecido el martes.

El escritor increíble

Rafa, lo que más me gustó de tu literatura, después de conocerte y leer tu primer libro en 1997, fue que no se parecía a la de nadie. No buscabas la aprobación mediante el parentesco -o la simple copia, su hermana fea-, ni tenías prisa por instaurar una moda, sólo el auténtico deseo de expresar tu persona. Y tras la grata impresión del lector vino la del colega, porque los años demostraron que creíste que la obra de un escritor es lo que realmente importa de un escritor. Tranquilo y amigable, rompiste con todos los patrones que se supone forman a un autor. Nunca buscaste tutelaje, acomodo en un grupo, amistades interesadas. Por el contrario, te adentraste en tu Tijuana personal mientras tu obra navegaba a la deriva libro tras libro. Eso es parte innegable de tu legado, de la leyenda que atrae a tus lectores.

Acorde con tu vida en la frontera, buscaste que tus escritos diluyeran sus límites entre la poesía y la narrativa, entre el español y el inglés, entre lo escrito y lo visual. Y aunque escribiste cuentos perfectos, por lo general no te interesó que los demás siguieran una fórmula. Te movía más tu propia búsqueda: expurgaste en la imaginería pop mundial para crear botones y pins literarios, tras los cuales agazapaste el vacío espiritual, el júbilo y el hastío, las noches frenéticas que son todo y nada. El resultado fue una obra sólo tuya, sin igual. En ti se aplica cabalmente esta vieja definición: Artista no es aquel que no imita a nadie, sino aquel al que nadie puede imitar.

Descansa en paz.

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