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Reflexionar sobre la pornografía en tiempos globales es revelar su relación con el sistema neoliberal, los derechos de libertad de expresión, privacidad y placer, con la política y economía de un mercado basado en la propiedad privada, el cual, después del narcotráfico, el tráfico de armas y la trata de personas, se posiciona como uno de los negocios más redituables del mundo, cuyo anclaje legal y problematización psicosociolegal se diluye tras el espejo de la industria generadora de un mercado laboral, los medios tecnológicos como mediatizadores del encuentro y la impersonalidad como barrera ética. Por ello surge la interrogante que trataremos de responder a lo largo del texto: ¿la pornografía es una expresión actual de la libertad y democracia sexual o es un elemento más del sistema de normalización sexual?
El porno nos libera de la temporalidad, la duración y la espera para convertirse en el primer género que hace de la nulidad uno de sus ingredientes principales. La alquimia del porno busca la piedra filosofal que reduzca el entramado complejo de la sexualidad a un compuesto simple y universal.
Andrés Barba y Javier Montes (2007: 184).
¿Qué es la pornografía?
Através de la historia de la humanidad se han realizado diversas manifestaciones en relieve, pintura, escultura, literatura, espectáculos, dibujo, caricatura, fotografía, audio y película sobre el cuerpo y sus partes al desnudo en posiciones que sugieren la actividad sexual explícita. Su significado es diverso y refiere o remite a la historia del saber, conocimiento, expresión artística, entretenimiento, ocio o mercado que dependen del contexto cultural y social de cada población que desarrolla dichas expresiones o trata de describir las de otros. Estas manifestaciones pueden tener un carácter erótico, religioso, artístico, científico y pornográfico; elementos que son indicativos de la concepción que se tiene del cuerpo y la sexualidad dentro de un sistema social e histórico específico, que revela la forma de socialización de hombres y mujeres, la política, economía e ideología imperantes y las obligaciones, derechos y libertades otorgadas.
La interpretación de dichas representaciones es muy variada y va desde el sentido estético hasta el obsceno1; se puede identificar todo con un sentido sexual o no, lo cual dependerá de la "censura"2, de la percepción de quien o quienes diferencien el límite...